Sembrando Oxígeno
El pulmón de Manilva cumple un año
En 2020, nuestro proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ llegaba a Manilva. Allí, de la mano de Hidralia y del Ayuntamiento de Manilva, iniciamos las labores para recuperar más de 20.000 metros cuadrados de masa forestal en el paraje natural de El Calvario. Un año después volvemos a la zona para evaluar el estado de la reforestación.
Hace un año, iniciamos las labores para la plantación de un pulmón verde en Manilva. Fue en el paraje natural de El Calvario, donde iniciamos su recuperación a través de una plantación con más de 800 árboles de siete especies autóctonas: 240 ejemplares de pino carrasco, una de las especies que más CO2 absorbe; 160 de encina, 120 de almendro, 80 de ciprés y acebuche, respectivamente, 40 de alcornoque y el mismo número de algarrobos.
Todos estos ejemplares formarán un nuevo bosque que permitirá recuperar el verde paisaje de la montaña malagueña y con el que se estima absorber 80 toneladas de CO2 durante las próximas tres décadas.
Primeros trabajos en Manilva
Los trabajos de siembra, que se iniciaron el 14 de diciembre de 2020, corrieron a cargo de Sylvestris, una empresa social experta en este tipo de acciones de recuperación de masa forestal. Además, esta plantación no solo supuso un soplo de aire fresco para la localidad en el sentido más literal de la palabra, sino que también, para desarrollar el proyecto, seleccionamos a cuatro personas del municipio en riesgo de exclusión social para que trabajasen en la siembra.
“Para nosotros era un proyecto fundamental, porque no solo nos permitía darle a Manilva un espacio verde que ayudara a mejorar la calidad ambiental del municipio, sino que incidía directamente en el tejido social del municipio dando un puesto de trabajo a cuatro personas vulnerables, con las que tenemos un fuerte compromiso. En cuanto la Fundación nos propuso el proyecto, no dudamos en agilizarlo todo para poder llevarlo a cabo”, indica Fulgencio Díaz, gerente de Hidralia en la zona.
Más del 90% de los árboles que se plantaron han salido adelante
Los nuevos ejemplares están protegidos con mallas individuales que, además de evitar que los dañen herbívoros y roedores de la zona, como ratones de campo, conejos y jabalíes, los protegen de las inclemencias climáticas y disminuyen la acción desecadora del aire y el sol. Asimismo, durante los primeros años se va a evitar el pastoreo caprino para preservarlos.
El objetivo es el mismo: permitir que la vegetación crezca fuerte y robusta para cumplir la función de purificar el aire de la localidad. Y, de momento, está siendo un éxito, pues más de un 90% de los árboles que se plantaron hace un año han salido adelante.
“Desde Hidralia, junto con el Ayuntamiento de Manilva, nos sentimos orgullosos del cambio aportado en la zona de El Calvario, y aunque se trata de un proceso lento, ya se pueden observar pequeños cambios desde hace un año. Estas medidas medioambientales beneficiarán a Manilva en el medio y largo plazo, tanto en la neutralización del CO2 emitido a la atmósfera, como en un cambio paisajístico en la zona, donde la población podrá disfrutar de una variedad de árboles típicas del bosque mediterráneo”, apunta Sergio Ruiz, jefe de servicio de Hidralia en Manilva.
Tanto el alcalde de Manilva, Mario Jiménez, como la concejala de Medio Ambiente, Laura López, se muestran muy satisfechos de que esta idea, de recuperar 200.000 m2 de paraje natural, continúe y se afiance, ya que dicen que se están “sentando las bases para dejar un extraordinario pulmón verde a las nuevas generaciones».
Aunque no se podrá hablar de un bosque como tal hasta dentro de unos 20 años, porque como señalan desde Sylvestris, en la zona mediterránea los árboles crecen más lentamente, sí que es muy importante esta nueva plantación para mejorar la vida de las futuras generaciones.
Diversos estudios señalan que plantar árboles es el mejor método para absorber CO2 de la atmósfera y contrarrestar así el calentamiento global. En este sentido, cabe señalar que un solo árbol puede absorber hasta 5 kg de contaminantes atmosféricos al año y producir hasta 130 kg de oxígeno, en el mismo periodo de tiempo.
Esta iniciativa llevada a cabo en el suelo del municipio de la Costa del Sol Occidental se enmarca dentro de nuestro proyecto ‘Sembrando Oxígeno’, que se inició en el año 2015 para ayudar a combatir el cambio climático. Su objetivo fundamental es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera a través de la plantación de árboles en zonas que han sufrido un incendio o pérdida de masa forestal, como en el caso de la zona de El Calvario. De esta forma, se evita el impacto negativo que la deforestación tiene en la capacidad del suelo para retener agua y se frena la desertificación asociada a los incendios forestales.