En este artículo veremos cómo las aguas residuales tienen un efecto nocivo para el medio ambiente si no se realiza una gestión de aguas negras adecuada. La creación de infraestructuras adecuadas de saneamiento y gestión de aguas residuales tiene grandes beneficios. Entre ellos, contribuye a la mejora de la salud pública y mejora la calidad de vida de los seres vivos en la medida en que se busca proteger el ecosistema. De hecho, un sistema de saneamiento adecuado juega un papel esencial en la prevención de enfermedades y brotes de enfermedades infecciosas.
Consecuencias del aumento de aguas residuales
Como hemos visto, el aumento del uso y demanda del agua hace que cada vez generemos más aguas residuales y más contaminadas.
Cuando pensamos en la obtención de agua para nuestro día a día, pensamos en primer lugar en manantiales y en fuentes de agua limpia. Pensamos quizá en su tratamiento para el consumo, pero ¿por qué no pensar más allá? ¿Qué pasa con el agua que ya hemos utilizado?
Más del 80% de las aguas residuales resultantes de las actividades humanas se vierte en ríos o en el mar sin que se eliminen los contaminantes. Las consecuencias: 1.800 millones de personas en el mundo consumen agua contaminada con materia fecal y cada día, cerca de 1.000 niños y niñas mueren a causa de enfermedades diarreicas relacionadas con la mala calidad del agua y la ausencia de saneamiento.
Waste Water, una iniciativa de la ONU
Es por eso que Naciones Unidas lanza este año un mensaje nítido y claro al elegir “Waste water” como lema y temática principal de debate para conmemorar el Día Mundial del Agua 2017.
Como lo es también que, entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por el alto organismo internacional, estén el de “mejorar la calidad del agua mediante la reducción de la contaminación, la eliminación de vertidos y la reducción al mínimo de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, con el fin de lograr la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar y el aumento sustancial del reciclado y la reutilización en condiciones de seguridad a nivel mundial”.
Naciones Unidas pide, por tanto, que se reduzca la generación de aguas residuales. Que se mejore su tratamiento. Y que se busquen maneras para reutilizar el agua.
Es cierto que la tecnología y la innovación están ayudando en los procesos de tratamiento y depuración de agua. No obstante, se calcula que en España sólo se reutiliza el 13% del agua depurada. Pero, ¿por qué no pensar en cómo utilizar estas aguas para el riego, para el enfriamiento de fábricas, para lavado? ¿Por qué no considerar las aguas negras o residuales como un recurso en vez de una “carga” de la que hay que deshacerse?
Y, al utilizar términos como reciclaje y reutilización al hablar de la gestión de aguas negras, nos encontramos de nuevo con el concepto de economía circular. Un modelo que preconiza la reducción del consumo, el tratamiento de los residuos y la reutilización, como claves para un desarrollo sostenible.
Fundación Aquae, con la gestión efectiva de las aguas negras
Por eso, desde Fundación Aquae centramos nuestros esfuerzos en la divulgación y la sensibilización. Creemos que la clave está en resaltar la importancia de la economía circular y de un modelo de desarrollo sostenible. Como hemos hecho este año con la campaña que hemos puesto en marcha con motivo de Día Mundial del Agua. Y como hacemos también apostando por el fomento de la investigación y el conocimiento, a través de la Cátedra UNED de Economía del Agua. De hecho, el año pasado se convirtió las aguas negras o residuales en uno de los ejes centrales del trabajo de investigación de este proyecto. Y, además, sirvió como tema central de la ponencia presentada por la directora de la Cátedra, al Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA).
Ciertamente, tenemos mucho camino por recorrer. Pero los datos nos muestran que no hay otra vía para la sostenibilidad que no sea el cuidado de los recursos naturales y la excelencia en la gestión de los mismos. Y, cada vez más, el tratamiento y la gestión de los residuos para convertirlos en parte de la solución y no del problema.