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La ciencia puede salvar los océanos

El Decenio de las Ciencias Oceánicas busca impulsar la investigación para cuidar y proteger los ecosistemas marinos
Son los pulmones azules del planeta, almacenan 15 veces más CO2 que la biosfera terrestre, ayudan a regular el clima y mitigan los efectos del cambio climático. Hablamos de los océanos, uno de nuestros mayores bienes naturales. Sin embargo, nuestro desconocimiento todavía no nos permite poder protegerlos de forma eficaz y sostenible.

Más del 80% de nuestros océanos no está explorado ni cartografiado. El conocimiento y la investigación científica en estas grandes masas de agua es determinante para lograr restaurar el medio marino. Y es que, los mares y océanos son clave para mitigar los efectos del cambio climático y anticipar los desastres naturales asociados. Las ciencias oceánicas tienen un papel muy importante en esto.

“El océano es una reserva de biodiversidad excepcional, pero en gran parte desconocida. El océano es también un recurso económico importante que asegura el sustento de más de 3.000 millones de personas en todo el mundo gracias a la pesca, el comercio, el transporte o el turismo” asegura la directora ejecutiva de UNESCO, Audrey Azoulay.

Ya en 2017, las Naciones Unidas advirtieron que, si no se tomaban medidas urgentes, la situación de los océanos sería irreversible. Esto provocaría la desaparición de miles de especies marinas y el aumento de la temperatura en el medio marino lo transformaría en un lugar inhabitable. Fue este mismo año cuando se decidió que en 2021 se iniciaría el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.

Este decenio establece un marco común para que la ciencia contribuya, junto con los esfuerzos de los países, a fortalecer la investigación orientada a garantizar una mejora en la gestión sostenible de los océanos que contribuya a la lucha contra el cambio climático.

Nuestro desafío ahora es restaurar la capacidad del océano para frenar la pérdida de la biodiversidad, crear un entorno marino sostenible así como, cumplir el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Más investigación para un planeta más sostenible 

Los mares y océanos son los pulmones azules del planeta. Son capaces de absorber más del 90% de exceso de calentamiento global. Esto los hace ser uno de nuestros bienes más preciados y un activo ecológico global. Además, estos entornos proveen de alimento y sustento para millones de personas. Son fuente de vida y riqueza natural.

Sin embargo, sus funciones para mitigar las alteraciones del clima y protegernos de desastres naturales están llegando a su fin debido, principalmente, a la actividad humana. Y a esto hay que añadirle que el medio marino sigue siendo, todavía, un gran desconocido.

Los países invierten menos del 2% de sus presupuestos de investigación en temas de los océanos.

Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, advirtió que los océanos enfrentan amenazas sin precedentes debido a la actividad humana. Y es que, si no se toman medidas, para 2050, habrá más plástico que peces en el mar, y los arrecifes de coral – que contribuyen a capturar el dióxido de carbono de la atmósfera y reducir las emisiones, entre otras funciones – podían desaparecer en este siglo.

Necesitamos recuperar nuestra relación con la naturaleza y, especialmente, revertir el daño que hemos ocasionado a nuestros océanos. Debemos comprenderlos mejor, valorarlos y cuidarlos. La investigación y el desarrollo de conocimientos nos brindan una oportunidad para que esta protección sea eficaz y este alineada con los objetivos establecidos en la Agenda 2030.

“En promedio, los países invierten menos del 2% de sus presupuestos de investigación en temas de los océanos. Esto no es suficiente, porque en paralelo, el calentamiento, la acidificación, la desoxigenación y el agotamiento de la biodiversidad están llegando a un punto sin retorno” asegura Azoulay.

Las ciencias oceánicas abarcan disciplinas que van desde las ciencias naturales a la sociales. Estudian la tecnología, las infraestructuras y la aplicación de éstas a favor de la sociedad. Potenciar las ciencias oceánicas podrá ayudarnos, en los próximos diez años, a hacer frente al cambio climático, la contaminación marina, la degradación de los ecosistemas marinos y la acidificación del fondo marino.

“Las ciencias oceánicas, favorecidas por el desarrollo de capacidades, son esenciales para informar sobre el objetivo 14 de Desarrollo Sostenible, sino también para transmitir otros ODS que poseen una dimensión oceánica” argumenta Peter Thomson, enviado especial de Naciones Unidas.

Esta disciplina científica nos ayuda a analizar los efectos del calentamiento global y de la actividad antropogénica como la contaminación o la pérdida de biodiversidad. Con ello, podremos encontrar soluciones sostenibles que nos permitan revertir esta alarmante situación que sufre nuestro medio marino.

Algunos de los datos destacables del Informe Mundial de las Ciencias Oceánicas 2020, realizado por la Comisión Oceánica Intergubernamental (COI) de la UNESCO, destaca que la capacidad humana en esta disciplina es fundamental para un mayor progreso. Además, promover la innovación y la inclusión de científicos jóvenes que aporten nuevos enfoques  permitirá desarrollar una acción coordinada con las distintas generaciones para alcanzar el desarrollo sostenible de nuestros mares.

Desde la UNESCO, organización internacional que lidera este programa a favor del medio marino, destacan la importante labor de los institutos de investigación, universidades, fundaciones y, también, de los propios ciudadanos a unir fuerzas para recuperar nuestros mares. “Todos estamos en el mismo barco, necesitamos los océanos y ellos nos necesitan a nosotros”, afirma Azoulay.

De aliado a enemigo

El cambio climático afecta a todos los niveles del planeta: desde montañas pasando por bosques hasta las profundidades de los océanos. El calentamiento global está llevando al deshielo de los polos. Esto provoca que el nivel del mar aumente afectando a la calidad del agua que repercute en las especies que habitan en mares, ríos y océanos.

Los expertos no dudan en que el mar se ha calentado sin pausa desde 1970 y han absorbido más del 90% del calor extra de las actividades derivadas de los seres humanos.

Desde la ONU ya advierten que si esto no se frena, las devastadores consecuencias afectarán a millones de personas. La acidificación, la contaminación, el aumento del nivel del mar y de temperatura provocará que las especies emigren o tiendan a desaparecer. Solo esto ya supone un peligro para la seguridad alimentaria mundial.

Los océanos ayudan a absorber gran parte del dióxido de carbono del planeta

El ser humano está alterando el ciclo de carbono en sus aguas que puede hacernos perder esta importante función del medio marino. Si esto ocurre, los océanos pasarían a contribuir a un mayor calentamiento que acabe acelerando, aún más, el cambio climático. Los océanos ayudan a absorber gran parte del dióxido de carbono del planeta. Esto es clave para mitigar la crisis climática. Por tanto, si no logramos revertir sus amenazas, podrían pasar de ser nuestro mayor aliado a convertirse en nuestro peor enemigo.

Los océanos son uno de los mayores almacenes de carbono más importantes de la Tierra. Desde la Revolución Industrial, el ser humano ha contribuido a alterar drásticamente de estas reservas. Con esto se ha alterado la química propia del agua conocida como la acidificación del océano que tienen efecto directo en la supervivencia de miles de especies.

10 años para potenciar las ciencias oceánicas 

Precisamente, para evitar que los océanos se convierten en un elemento más que contribuya a la emergencia climática en lugar de revertirla, las Naciones Unidas han puesto en marcha una serie de medidas y acciones englobadas en el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para establecer prioridades y fortalecer el estado de nuestro patrimonio natural.

“Este Decenio nos ofrecerá una oportunidad única para implicar a la comunidad científica en la tarea de alcanzar los ODS a escala local, regional y global” – Dr. Vladimir Ryabinin, Secretario Ejecutivo de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO.

La ciencia es nuestro mayor aliado para comprender mejor y poder avanzar hacia un planeta más sostenible. Así lo demuestran los últimos 50 años. Determinantes para comprender y predecir cambios en el sistema oceánico. En los próximos 10 años, debemos impulsar este nivel científico que nos garantice un mejor entendimiento tanto cuantitativo como cualitativos de nuestros ecosistemas marinos y sus funciones.

Uno de los objetivos principales del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible es potenciar la tecnología e innovación para conseguir que nuestros océanos sean saludables, resilientes, productivos, limpios y predecibles.

La directora ejecutiva de la UNESCO afirma que ““el desarrollo sostenible no es solo una aspiración a largo plazo, es una necesidad, no solo para el futuro mismo de la humanidad, sino también cada vez más importante para el presente. Para construir un mundo más deseable. Necesitamos comprender mejor y respetar mejor el océano, que contiene el 97% de agua en la tierra y cubre el 71% de la superficie del planeta”.