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Eliminar los plásticos para salvar el planeta

Eliminar los plásticos una prioridad ambiental
“Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Esta famosa cita del poeta George Santayana nos lleva a pensar que es necesario tomar conciencia de nuestras acciones para no repetir los mismos errores. Y es que si no tomamos medidas contra la crisis climática debemos empezar a olvidarnos de que la vida en nuestro planeta sea posible.

El último informe de ONU Medio Ambiente ya revela que, si nuestras acciones no cambian, nuestro planeta se convertirá en un hábitat prácticamente insostenible. Quizás sea difícil saber qué hacer o por donde empezar, pero desde las organizaciones internacionales lo tienen claro: eliminar los plásticos para reducir una de las principales fuentes de contaminación del agua.

“Es fundamental tener un planeta sano para que el futuro sea próspero y pacífico. Todos debemos contribuir a proteger nuestro único hogar” asegura Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas.

Eliminar los plásticos del mar y aire 

El plástico es uno de los grandes problemas ambientales y una de nuestras mayores pesadillas en los últimos tiempos. Y es que estas partículas están presentes en todos los aspectos de nuestra vida: en el aire que respiramos, el agua que bebemos y la comida que ingerimos.

Cerca de 13 millones de toneladas de desechos plásticos acaban en vertederos y en nuestros océanos. Tan solo una pequeña fracción se reciclan. Esto supone un grave problema para el medio ambiente. La ONU ya afirma que si esta situación no cambia en 2050 existirán cerca de 1.200 millones de toneladas de desechos plásticos en el mundo. Más plásticos que peces en el mar.

Fue en los años 50 cuando se produjo el mayor auge de producción de plásticos de nuestra historia llegando a superar la producción de cualquier otro tipo de material. Gracias a su bajo coste y su fácil producción, el uso de plásticos en la industria nos permitió realizar importantes avances en diferentes ámbitos de nuestra sociedad, por ejemplo, en el transporte.

A pesar de su gran valor para el progreso de la industria, su producción masiva ha supuesto la creación de un problema ambiental que ha alcanzado niveles extremadamente preocupantes. Revertir esta situación y eliminar los plásticos es ya una prioridad para salvar nuestra salud y la del planeta.

El plástico puede tardar miles de años en descomponerse y hasta entonces es capaz de contaminarlo todo a su paso. Con el tiempo, estos materiales tienden a fragmentarse en pequeños trozos minúsculos que son prácticamente invisibles al ojo humano y que son conocidos como microplásticos. Estas pequeñas partículas se han convertido en alimento de miles de especies marinas lo que provoca que estos contaminantes hayan entrado de lleno en nuestra cadena alimenticia.

La pandemia mundial provocada por la Covid-19 ha cambiado nuestras relaciones sociales y gran parte de nuestras rutinas. Sin embargo, también ha supuesto que se dispare la utilización de plásticos de un solo uso como material sanitaria para prevenir contagios. Por ejemplo, el uso obligatorio de las mascarillas ha incorporado este tipo de plásticos en nuestro día a día como una medida de prevención frente al virus.

Pero, no solo esto, también el uso de material de protección en centros de salud, hospitales o cualquier tipo de establecimientos se ha disparado. Y es que su aumento ha sido tal que, como afirma ONU, ha llegado a colapsar los sistemas de reciclaje de algunos países.

La pandemia no ha hecho más que complicar la situación climática en lo que a contaminación de plásticos se refiere. Numerosos científicos ya alertan de que la Covid-19 podría revertir los avances conseguidos en los últimos años en materia ambiental. Pero, a su vez, nos ha hecho más conscientes de la necesidad de firmar la paz con la naturaleza y construir un planeta más sostenible.

Si no se revierte la situación, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar

La presencia de microplásticos no se limita al agua, sino que también podemos encontrarlos en el aire.  “Estamos jugando con una situación en la que nuestra propia salud está en peligro, no solamente en términos del mar. Cuando quemamos plástico, se expiden gases nocivos que impactan en nuestro atmósfera” agrega Leo Heileman, director de PNUMA en América Latina y Caribe.

La contaminación atmosférica es una de las principales causas de muerte más comunes en nuestro tiempos. Este tipo de contaminación provoca 8,8 millones de muertes al año en el mundo y unas 30.000 en España. Y además, debido a este tipo de solución, el riesgo de padecer enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas va en aumento.

Los microplásticos también están en el suelo… 

La presencia de plásticos está por todos lados y casi ni nos damos cuenta. Estos contaminantes también tiene presencia en el suelo. Se estima que el 80% de los microplásticos presentes en los mares y océano se originan en primera instancia en los ecosistemas terrestres. Suelos agrícolas, actividades industriales, construcción, transporte y vertederos son las principales fuentes de estas micro-partículas, según afirma la FAO.

El suelo es un recurso natural gravemente amenazado por la contaminación, la sobre-explotación y la deforestación. A estas amenazas se suma la presencia de plásticos que empeora no solo su calidad sino también su productividad a largo plazo.

Diversos estudios de la ONU han detectado que la contaminación por plásticos en los suelos es entre 4 y 23 veces superior a su presencia en mares y océanos. Estas partículas liberan sustancias químicas nocivas que pueden filtrarse en aguas subterráneas llegando a introducirse en los ecosistemas tanto marinos como terrestre.

Sin embargo, estas investigaciones son todavía jóvenes para establecer conclusiones. Por ello, desde la FAO, reclaman “Dadas las numerosas lagunas de datos e información existentes, especialmente en países en desarrollo, existe una necesidad urgente de desarrollar las capacidades de monitoreo e investigación para mejorar el conocimiento sobre este asunto”.

Debemos ser conscientes que no hay un planeta B y que debemos cuidar nuestros entornos para proteger nuestra salud. Desde Fundación Aquae trabajamos con el firme compromiso de avanzar hacia un modelo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Desde 2019, Fundación Aquae apoya un programa de Doctorados Industriales con el objetivo de ser palanca educativa para los jóvenes talentos de nuestro país. A través de esta iniciativa apoyamos, junto con la Universidad de Alicante, una investigación centrada en los microplásticos que pretende aportar una metodología analítica para la identificación y cuantificación de microplásticos que permita conocer en profundidad estas partículas.

¿Hay solución a este problema ambiental?

Lo cierto es que si, pero para ello todo el mundo debe estar involucrado desde instituciones y gobierno hasta los consumidores. Y es que para reducir la cantidad de desperdicios y eliminar los plásticos es necesario que los gobiernos promuevan políticas fuertes que empujen hacia un modelo más sostenible.

Un ejemplo de esto son las prohibiciones de las bolsas de plástico. Este tipo de iniciativas pueden mitigar el excesivo consumo de plástico en el mundo. Pero esto no es suficiente. Como afirman desde ONU, es necesario mejorar los sistemas de residuos y cambiar los hábitos de los consumidores hacia prácticas comprometidas con la naturaleza.

En febrero de 2021, Costa Rica anunció la prohibición de plásticos de un solo uso en sus Áreas Silvestres Protegidas. Esta iniciativa se suma a una serie de hitos del país en materia ambiental. Y es que en 2020 logró el Premio de Acción Mundial Sobre el Clima de la ONU y además, se ha convertido en uno de los destinos sostenible por excelencia a nivel mundial.

Reciclar, evitar el uso de bolsas de plástico y re-usar todo aquello que sea posible son algunas de las recomendaciones para mitigar los efectos de la contaminación. El cambio está en nuestro mano y juntos podemos conseguirlo. Romper nuestra relación con los plásticos de un solo uso es solo el primer paso para firmar la paz con nuestra naturaleza y contribuir a su protección.

¿Y tú que harías para salvar el planeta? Si lo tienes claro, te invitamos a participar en nuestra última iniciativa: ¡Tú la llevas! Se trata de un concurso de vídeos de menos de un minuto en el que nos cuentes, de forma original, la importancia de cuidar nuestro planeta. Puedes participar hasta el 26 de mayo a través de este formulario.