¿Cómo se potabiliza el agua?
La potabilización del agua es un proceso por el que se realiza el tratamiento del agua con el objetivo de convertirla en apta para su consumo sin que presente ningún tipo de riesgo para la salud. En las diferentes etapas de la potabilización del agua se llevan a cabo varios procesos y se usan tecnologías sofisticadas para eliminar todos los elementos nocivos para los seres humanos.
¿En qué consiste la potabilización?
Este procedimiento consiste en eliminar las sustancias como el cromo, el plomo o el zinc que pueden ser nocivas. En este proceso también se neutralizan otras como algas, arenas o las bacterias y virus. Eliminando todos los elementos que puedan ser peligrosos para la salud, se puede potabilizar todo tipo de agua, desde la procedente de un pozo hasta la del mar o la lluvia.
Para que el agua se convierta en potable y pueda ser consumida por el ser humano debe recibir un tratamiento que siga una serie de estándares para conseguir la calidad perfecta del agua, acorde con los criterios determinados por las autoridades locales e internacionales. En definitiva, la potabilización del agua supone un procedimiento fundamental para asegurar que toda la población tenga acceso a este recurso vital.
¿Dónde se potabiliza el agua?
La potabilización del agua se lleva a cabo en unas instalaciones específicas conocidas como plantas potabilizadoras. Su nombre técnico es “Estación de Tratamiento de Agua” (ETAP).
El proceso puede variar en función de las condiciones naturales del territorio:
- Si la fuente del agua es superficial (río o lago), el tratamiento consiste en un proceso de separación de ciertos componentes del agua natural. Luego se continúa con la eliminación de impurezas, la filtración y la desinfección con cloro u ozono.
- Si el agua tiene presencia de sales y/o metales pesados, el proceso es mucha más complicado y costoso por el riesgo que suponen estos elementos.
- En zonas con escasez de recursos hídricos como las zonas costeras, se puede obtener agua potable por desalinización mediante ósmosis inversa o destilación.
Etapas de la potabilización del agua
El proceso de potabilización del agua está formado por seis etapas que permiten la purificación del agua y eliminar cualquier rastro de olor, sabor, etc.
- Pretratamiento del agua: para empezar, se eliminan elementos sólidos de gran tamaño con la colocación de una reja. Esta evita que se cuelen ramas y grandes objetos, además de proteger a peces que puedan ser absorbidos por el sistema. Después, con la ayuda de un desarenador, se separa la arena del agua para evitar que pueda dañar las bombas de la planta potabilizadora. En esta etapa también se lleva a cabo una predesinfección para destruir algunas sustancias orgánicas
- Coagulación-Floculación: las bombas de baja presión transportan el agua a una cámara de mezcla. Ahí se incorporan los componentes para la potabilización del agua. En esta fase se ajusta el pH añadiendo ácidos y agentes coagulantes.
- Decantación: en el decantador se lleva a cabo la separación mediante la gravedad de las partículas en suspensión que transporta el agua. Los sedimentos nocivos más densos se quedan en el fondo, donde se eliminan. Los menos densos continúan disueltos en el agua decantada.
- Filtración: se hace pasar el agua por un medio poroso que elimina los sedimentos menos densos para terminar de colar impurezas. Existen diferentes tipos de filtros, que pueden ser abiertos y por gravedad, o cerrados y a presión.
- Desinfección del agua: en este proceso se añade cloro para que desaparezca cualquier tipo de bacteria o virus. La exclusión de agentes patógenos de aguas subterráneas o manantiales naturales se puede conseguir también con la irradiación de rayos ultravioletas y la aplicación de ozono.
Análisis y control de seguridad del agua
Una vez finalizadas las cinco etapas anteriores en la ETAP, se realizan diversos análisis del agua para confirmar el éxito del procedimiento. El agua potable debe ser incolora, inodora e insípida y cumplir con la reglamentación vigente de cada país.
La potabilización es un proceso sofisticado y costoso que asegura el acceso diario a una fuente de agua potable. Sin embargo, este sistema no está al alcance de todo el mundo. En la actualidad, más de 2 mil millones de personas en el mundo no cuentan con servicios de agua potable gestionados de manera segura. Son mucho los proyectos que tienen por objetivo conseguir que esta población tenga un acceso a sistemas de agua potable, un bien de primera necesidad que es fundamental para asegurar su salud y bienestar.