Un estudio alemán mostró el año pasado que el 90% del plástico terrestre que acaba en los mares y en los océanos se transportan por vía fluvial, en particular por diez grandes ríos (ocho asiáticos y dos africanos). La llamada coloquialmente “basuraleza” puebla los entornos fluviales. Se trata de un ecosistema muy afectados por la contaminación que sufren, además de por la escasez de agua. Alrededor del 60% de los ríos y acuíferos europeos se encuentran en mal estado.
Los objetos sólidos que han sido fabricados por el ser humano y que acaban en el mar, son considerados basura marina y llegan al agua de diferentes maneras. Gran parte es abandonada de manera deliberada por las personas, pero también transportados por los ríos o desagües. Por tanto, parte de la basura ser vierte de manera directa en los ecosistemas afectados, pero otra se transporta desde nuestros hogares. Es importante tener en cuenta que, aunque el plástico u otros objetos que contaminan los ríos y, después, mares y océanos, son visibles, otros no lo son tanto. A continuación, tres consejos útiles y un vídeo que muestran aquello todos podemos hacer para no contaminar ríos y embalses desde nuestra actividad diaria.
Usar químicos tóxicos como el blanqueador o el amoniaco para limpiar tu casa es perjudicial para el suministro del agua. Muchos detergentes, al llegar a las aguas residuales, son extremadamente nocivos para la naturaleza. Por el contrario, los productos de limpieza provistos con la Eco-etiqueta son igualmente eficaces y resultan menos dañinos con el medio ambiente. También podemos utilizar para tareas de limpieza productos domésticos comunes como el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio que son completamente inofensivos.
Para generar el mínimo de «basuraleza» posible, nunca viertas algo que no sea biodegradable en el desagüe. Cuando sea necesario utilizar algo tóxico en el suministro de agua, como pintura o amoniaco, procura desecharlo correctamente. Esta es una lista de materiales que nunca deben verterse por el desagüe:
No arrojes basura en el inodoro. Arrojar objetos que no se degraden como pañales, toallitas húmedas y aplicadores para tampones de plástico puede provocar problemas en el sistema de alcantarillado. Con el tiempo, estos objetos pueden terminar en los arroyos, ríos o en otras masas de agua de tu localidad, en donde pueden afectar a los peces y a otros animales salvajes. En lugar de arrojarlos al inodoro, tíralos a la basura.
No todo es evitar generar basura, también el ahorro del agua es un imprescindible en este caso, ya que se trata de un bien escaso.