El crecimiento económico puede tener graves e irreversibles efectos sobre recursos aparentemente inagotables como el agua. La limitada disponibilidad de agua dulce junto con el crecimiento exponencial de la demanda han generado una importante preocupación en las instituciones internacionales. Éstas reclaman la necesidad de abordar y comprender la relación entre las necesidades de agua y los efectos del crecimiento económico de una forma adecuada. Desde la perspectiva de la FAO (Food and Agriculture Organization), «la escasez de agua afecta ya a casi todos los continentes y a más del 40% de las personas en nuestro planeta.
En 2025 1.8 billones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua. Y dos tercios de la población mundial podrían estar viviendo bajo condiciones de estrés hídrico”. En esta línea, el WWAP (World Water Assessment Program) afirma que «la gestión de los recursos hídricos afecta a casi todos los aspectos de la economía, en particular, a la salud, la producción y la seguridad alimentaria, al abastecimiento y saneamiento de agua, a la energía, a la industria y a la sostenibilidad ambiental».
Se trata de un extracto de la tesis que sirve como contexto para hablar de la magnitud del problema y la urgencia con la que precisamos una solución.
Estudio del impacto económico sobre el agua
Los capítulos uno y dos estudian la relación entre el uso de agua y los efectos del crecimiento económico a largo plazo. Mientras que en el capítulo uno, se aplican técnicas de descomposición para cuantificar los factores que impulsaron el uso de agua durante el siglo XX, en el capítulo dos se realiza un análisis econométrico de datos de panel, tratando de contrastar la existencia de una Curva de Kuznets Ambiental. La evidencia empírica muestra que tanto a nivel mundial como regional el uso del agua siguió una senda creciente, expansión impulsada principalmente por el crecimiento económico y demográfico, así como por la intensificación de la agricultura.
Posteriormente, el capítulo tres profundiza en las tendencias del consumo de agua a través de las cadenas de producción mundial. Se utiliza la modelización input-output, identificando sus factores explicativos por medio de un análisis de descomposición estructural. En esta sección se muestra como el consumo de agua se vio impulsado por el crecimiento de la demanda, no sólo nacional sino también extranjera, como resultado de la creciente integración comercial a nivel mundial. Asimismo, se observa el importante papel de la agricultura como consumidor de recursos hídricos y sus fuertes interrelaciones con otros sectores económicos.
La disponibilidad y uso de agua en España
A continuación, se usa como caso de estudio España, un país semi-árido con una importante participación en el comercio agroalimentario mundial. Así, el capítulo cuatro ofrece una perspectiva histórica de la huella hídrica del sector agrario español desde 1850 a 2010. A lo largo de este período, la agricultura tradicional española experimentó profundos cambios, convirtiéndose en una industria moderna y productiva. Por un lado, esto implicó un aumento de la superficie cultivada, imponiendo presiones sobre el agua verde.
Por otro lado, la marcada sustitución de cultivos no habría sido posible sin el desarrollo del regadío. Esto, a su vez, supuso fuertes impactos sobre el agua azul. Posteriormente, los capítulos cinco y seis muestran el efecto de la integración comercial española ocurrida durante la primera y segunda globalización sobre los recursos hídricos.
España se distingue por ser exportador neto de agua azul, aunque mostró una alta dependencia de los recursos de agua verde. Esto es debido a las crecientes importaciones de forrajes, claves para el desarrollo de la ganadería intensiva. A partir de 1960 se produjo la mayor expansión de las infraestructuras hidráulicas en la historia de España, haciendo posible la exportación masiva de productos agroalimentarios de alto valor añadido.
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Una perspectiva global como punto de partida
Finalmente, la tesis se cierra con una evaluación de los intercambios mundiales de agua a través del comercio de productos agroalimentarios durante el periodo 1965-2010. El nivel de desarrollo, junto con la disponibilidad de recursos naturales clave como el agua y la tierra, determinan el grado de dependencia externa de los países. Además, la separación de la responsabilidad de consumidores y productores en el uso de agua tiende a reforzase.
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