Encuentran agua dulce bajo el océano Atlántico

Un estudio del suelo marino a lo largo de la costa noreste de EE. UU. ha permitido el descubrimiento de un sorprendente acuífero de agua dulce que se encuentra atrapado entre sedimentos debajo del agua salada del océano Atlántico. Un descubrimiento relevante porque pueden existir otros núcleos de este tipo a lo largo del planeta, cuya agua podría ayudar a zonas de escasez hídrica.

Un acuífero de agua dulce bajo agua salada

El acuífero, que está contenido en los sedimentos del lecho marino, parece ser el más grande su tipo -un acuífero de agua dulce debajo de un cuerpo de agua salada– encontrado hasta ahora. Según un nuevo estudio, se extiende al menos desde la costa de Massachusetts hasta Nueva Jersey y contiene alrededor de 2.800 kilómetros cúbicos.

El descubrimiento, no obstante, no ha sido casual. Las primeras pistas sobre la posibilidad de que existiese este acuífero se remontan a la década de los setenta del siglo pasado, cuando las perforaciones en la costa en busca de petróleo, en ocasiones, extraían agua dulce. No se sabía si eran focos aislados de agua o existía un cuerpo acuático más grande. Kerry Key, coautor del estudio y geofísico de Lamont-Doherty, ayudó dos décadas atrás a esas perforaciones mediante el uso de imágenes electromagnéticas en busca de petróleo, aplicándolas al subsuelo marino; ahora, ha realizado el mismo procedimiento, pero en busca de agua dulce en esa área.

Durante el año 2015 pasó diez días a bordo de un barco con Marcus G. Langseth y Rob L. Evans, ambos de la Institución Oceanográfica Woods Hole, tomando medidas en la costa del sur de Nueva Jersey y en la isla de Martha’s Vineyard en Massachusetts, en donde se habían perforado varios pozos y habían encontrado sedimentos ricos en agua dulce. Los datos extraídos de la investigación indicaron que no se trataba de bolsas de agua dispersas, sino de una estructura más o menos continua que se extendía desde la costa a lo largo de la plataforma continental, en algunas áreas hasta 120 kilómetros.

Sobre la base de los datos, el equipo calcula que el acuífero abarca no solo desde Nueva Jersey y a gran parte de Massachusetts, sino que también podría llegar a las costas de Rhode Island, Connecticut y Nueva York.

La preguntan es, ¿cómo llegaron ahí eso 2.800 kilómetros cúbicos de agua dulce?

Dos hipótesis

Para conocer la hipótesis más tradicional de cómo se pueden formar cuerpos de agua dulce debajo del océano, debemos retroceder en el tiempo. En concreto, al final de la última era glacial, hace entre unos 15.000 y 20.000 años. Por entonces, la mayor parte del agua dulce de la Tierra se encontraba en estado helado. En América del Norte, estas capas de hielo se extendieron por el norte de Nueva Jersey, Long Island y la costa de Nueva Inglaterra. Debido a que toda esa agua era hielo sólido, los niveles del mar eran mucho más bajos, exponiendo grandes superficies de la plataforma continental que hoy se encuentran sumergidas. A medida que el clima se calentaba y el hielo se derretía, el agua que brotaba formaba grandes deltas de río en la parte superior de la plataforma, quedando ​​el agua dulce atrapada allí en pequeñas bolsas, sumergiéndose bajo el lecho marino de manera ocasional.

La otra teoría se centra en que creen que la escorrentía moderna alimenta el acuífero desde tierra firme: la lluvia y el agua que se infiltran de otras fuentes se filtran a través del sedimento en tierra y, es posible, que se bombee hacia el acuífero a través de los movimientos cíclicos de la marea. Una posibilidad que tiene a su favor para ser cierta que el acuífero es más fresco cerca de la costa y más salado a medida que avanza, lo que sugiere que su agua se mezcla gradualmente con la del océano.

 

Agua dulce para zonas de escasez

Este descubrimiento sugiere que probablemente puedan existir otros acuíferos en muchas otras costas en todo el mundo. Unas reservas de agua dulce que podrían proporcionar agua en zonas áridas con escasez hídrica.

Actualizado: 23/08/2021