Entre las opciones para hacer frente a la escasez de agua se encuentra su reutilización, práctica que se lleva haciendo desde épocas antiguas. Sin embargo, en la actualidad se requiere del desarrollo de un marco normativo que regule los criterios sanitarios del uso de las aguas regeneradas y que impulse una segura reutilización
Marco legal para la reutilización
La mayor parte de los países del sur de Europa cuentan con un marco legal que encauza los procesos de reutilización. Este es el caso de Chipre (KDP 772/2003, KDP 269/2005) o Francia (JORF 0153, 2014). También, el de Grecia (CMD, 145116), Italia (DM 185(2003) y Portugal (NP 4434 2005). Salvo excepciones, como es el caso de Chipre, donde la reutilización llega a alcanzar hasta el 90% de las aguas regeneradas, en el resto de los países el marco legal se queda corto para lograr el objetivo de la reutilización y máximo ahorro de agua. El problema fundamental son las normas restrictivas qu impiden que la reutilización se pueda hacer a gran escala. Además, el coste es elevado.
El caso español de agua y economía circular
En España, el RD 1620/2007 sobre la reutilización de agua regenerada es la referencia y, como en nuestros países vecinos, este marco puede suponer un freno a la consolidación de la reutilización de las aguas regeneradas. Según los datos facilitados por el INE, desde la aprobación del régimen jurídico del reutilización, el volumen de agua reutilizada sobre el volumen de aguas residuales se ha mantenido en torno a un 10% a nivel nacional, siendo el principal destino la agricultura (62% en 2013) seguido muy de lejos por el riego jardines y zonas deportivas de ocio (19% en 2013).
Prohibido en industria alimentaria, consumo humano y uso recreativo
Con el fin de asegurar usos que no comporten riesgos sanitarios, el RD 1620/2007 restringe el uso de las aguas regeneradas. De esta manera, prohibe su uso específico en la industria alimentaria o el consumo humano o uso recreativo. También lo hace en todo uso en que la autoridad sanitaria o ambiental considere un riesgo para la salud de las personas o perjuicio para el medio ambiente. Además, su aplicación a otros usos está generando diversas dudas entre los distintos actores implicados. Por ejemplo, se duda de su ámbito de aplicación o la diferenciación entre reutilización y vertido. También en criterios de calidad, puntos y frecuencias de muestreo.
Agua, recurso clave de la economía circular
Ante las incertidumbres de interpretación y aplicación de la normativa, parece claro que para que el agua se convierta en recurso clave de la economía circular es preciso seguir trabajando por solventar las posibles carencias jurídicas a través de una mayor cooperación entre las distintas administraciones implicadas y por establecer el régimen que garantice la sostenibilidad económico-financiero de la reutilización de las aguas regeneradas.