En una reciente entrada en nuestro blog, Pilar Gracia, investigadora de la Cátedra Aquae de Economía del Agua, impulsada por Fundación Aquae y la UNED, anticipaba la elaboración de un trabajo realizado en el Grupo de Trabajo Nº12 Agua y Economía Circular del último Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), con el objetivo de establecer un marco conceptual de la economía circular aplicada al agua. Un trabajo que surge tras la petición de la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) y la Comisión Europa de la necesidad e importancia de establecer indicadores para medir y analizar la circularidad de la economía y completar el panel de indicadores para reutilización del agua de la Estrategia Española de Economía Circular, creada por el Gobierno en 2017
Pero, como Gracia apuntaba, “son pocos los indicadores propuestos hasta el momento en el sector del agua, lo cual debería subsanarse con el fin de mejorar el apoyo técnico en la toma de decisiones, así como las herramientas de evaluación y monitoreo de las medidas propuestas para alcanzar dicha circularidad”. Para subsanar esta carencia surge este trabajo que tiene como objetivo principal, citando las conclusiones del trabajo, “ofrecer una panorámica del estado de la economía circular en materia de agua en España, a través de indicadores que nos permitan conocer el estado actual, su evolución y las posibilidades de mejora. Con ello, tratamos de contribuir a medir y evaluar el papel del agua en la economía circular, algo a lo que no se había prestado mucha atención hasta la fecha”.
El estudio establece cinco indicadores que, como muestra la imagen, conforman una estructura circular:
Miden si la asignación del agua, según su uso y origen, se realiza de la forma más eficiente posible
Transporte, tratamiento, almacenaje y distribución, así como la eficiencia de este servicio.
Que analiza la utilización de este recurso por parte de distintos usuarios.
Que evalúa en la economía del agua la incidencia y eficiencia de estas fases y la inversión en este tipo de infraestructuras.
Que miden el estado cuantitativo-cualitativo de las masas de agua.
Los resultados obtenidos a partir de estos cinco indicadores para medir la economía del agua, y cuyo desarrollo se puede consultar en el informe del trabajo, ponen de relieve los grandes esfuerzos que se están llevando a cabo a la hora de potenciar la economía circular en materia de agua. Unos resultados que son cada vez mejores y que han mejorado en los últimos años, como demuestran algunos de los siguientes:
El informe concluye con la afirmación de que “pese a que los datos evidencian una buena situación actual en materia de agua y economía circular, entendemos que tienen que seguir haciéndose importantes esfuerzos para mejorar en esta materia, que vayan en línea con las prioridades establecidas desde la agenda europea y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.