Agua oculta en la superficie lunar

La Luna es una superficie seca sin presencia visible de agua. Pero hay agua en su interior. Un nuevo estudio de la NASA ha revelado que cuando los meteoritos colisionan contra su superficie, esta expulsa agua hacia el espacio. Una pérdida pero que, a su vez, puede ser una buena señal para asentamientos futuros en la Luna.

Cuando el 20 de julio de 1969 los astronautas del Apolo 11, Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin Jr. caminaron sobre la superficie de la Luna, se encontraron un paisaje seco, sin agua a su alrededor. Por supuesto, era algo que tenían en cuenta y habían llevado consigo suficiente agua para el tiempo de estancia planeado. Sin embargo, resultó en cierta manera decepcionante el hallazgo de una superficie tan desecada de cara a planes futuros con respecto a la Luna: la carencia de agua parecía complicar la posibilidad de un desarrollo de elementos vivos.

Pero pasados los años, diferentes misiones lunares han revelado la presencia de agua en la Luna al excavar sus capas superficiales o al usar instrumentos de escaneo para profundizar, encontrando indicadores de hidrógeno y oxígeno. Ahora se ha producido un nuevo hallazgo, publicado en Nature Geoscience, el cual revela que gran parte de esta agua se está perdiendo en el espacio cuando la Luna es golpeada por un meteoro, aunque aproximadamente un tercio regresa. Algo que indica que el agua no debe encontrarse de manera muy alejada de la superficie para que se produzca este fenómeno.

En la superficie lunar, una capa seca se superpone a una capa hidratada. El agua se libera por las ondas de choque de los impactos del meteoro y se escapa al espacio o se vuelve a depositar en otro lugar de la Luna. Parte del agua se crea por reacciones químicas entre el viento solar y la superficie o se entrega a la Luna por los propios meteoros. Sin embargo, para sostener la pérdida de agua , la capa hidratada requiere la reposición de un depósito de agua antiguo más profundo.

Agua «disparada» en la Luna

El estudio ha sido posible gracias a la investigación de Mehdi Benna, del “Centro de vuelos espaciales Goddard” de la NASA. Este utilizó datos del “Explorador del Ambiente de la Atmósfera y el Polvo Lunar” (LADEE, en sus siglas en inglés), de la NASA. Este satélite orbitó alrededor de la Luna entre octubre de 2013 y abril de 2014.

En la investigación, descubrieron que el agua salía “disparada” de la superficie lunar. Esto sucedía en el preciso momento en el que era golpeada por corrientes de meteoritos (donde también puede haber agua). No obstante, que la Luna suelta agua cuando algo colisiona en ella que se sabía desde que la nave espacial india Chandrayaan-1 envío una sonda a la superficie lunar y levantó en su choque una gran cantidad de polvo y, lo que fue una gran sorpresa, también de agua. Pero ahora, la LADEE ha registrado treinta y tres episodios acuosos que han dado más detalles, sobre todo cuando se extendieron a grandes franjas de territorio lunar.

A partir del tamaño de la lluvia de meteoritos y de la cantidad de agua liberada, pudieron calcular que se secaron alrededor de 7.92 cm de superficie interior, pero que por debajo de esa delgada capa la Luna está cubierta de agua de manera uniforme. Esto no revela que la Luna tenga gran cantidad de agua, sigue siendo un ambiente seco; además, resulta preocupante que pierda tanta cantidad de agua en el espacio. Sin embargo, de cara a futuros asentamientos lunares, es una buena noticia y un progreso. Y es que la Luna tiene todavía agua después de 4.5 millones de años de existencia.

Actualizado: 21/06/2021