Hoy te vamos a ayudar a crear tu propio termómetro de Galileo casero. Utilizando objetos caseros y tu alcance, podrás crear sistema y comprobar tú mismo cómo funciona el termómetro de Galileo.
Materiales
- Un tarro grande.
- Tintas para impresora o colorantes alimenticios.
- 8 bombillas fundidas.
- Un trozo de cable de cobre.
- Pegamento o adhesivo. Necesitas un buen adhesivo para que funcione correctamente el termómetro de Galileo casero.
- Una o dos jeringuillas.
- 8 vasos pequeños de agua.
- Un cuchillo grande.
- Una lija.
- Alicates de corte.
- Agua fría y caliente.
- Una taladradora con broca de dos milimetros.
- Un termometro (preferentemente digital).
Cómo crear un termómetro de Galileo casero
- Retiramos con los alicates de corte los casquillos de las bombillas. Usa guantes para evitar cortes.
- Elimina el pegamento esponjoso que cubre la bombilla con el cuchillo.
- Recorta los dos filamentos de la bombilla con los alicates.
- Lija la parte superior de la bombilla con la lija para crear un pequeño agujero en el que luego introducirás agua. Mucho cuidado de que sea pequeño. De lo contrario, no podrás ver cómo funciona el termómetro de Galileo correctamente.
- Usando la taladradora de dos milímetros, crea un agujero en cada una de las monedas.
- Usa un spray de pintura blanca, cubriremos las monedas.
- Con un marcador permanente, escribe la temperatura desde 18º a 32º grados en cada una de las monedas.
- Con el hilo de cobre, atamos las monedas a las bombillas.
- Llenamos los vasos de agua y asignamos un colorante a cada uno de ellos.
Calibrando las temperaturas en el termómetro de Galileo casero
- Llenamos el tarro de agua y usamos el agua fría y caliente para lograr una temperatura exacta de 18ºC.
- Metemos una bombilla y la llenamos con agua de un color y tapamos el agujero con el adhesivo. ¡Ya estás muy cerca de tener tu termómetro de Galileo casero!
- Hacemos los ajustes indicados para conseguir que la bombilla quede calibrada en el medio del tarro (a la temperatura indicada).
- Repetimos el proceso con todas hasta tener bombillas, con temperaturas y colores diferentes.
Tras repetir todos estos pasos, habrás conseguido crear tu termómetro de Galileo. En él, las bombillas estarán a diferentes alturas en función de la temperatura calibrada del agua que has logrado durante el proceso.
El origen del termómetro de Galielo
Posiblemente la forma más curiosa de medir la temperatura sea usar un termómetro Galileo. Este instrumento se basa en el termoscopio inventado por Galileo Galilei a principios del siglo XVII. A diferencia del típico termómetro de mercurio en vidrio, que básicamente es una bombilla estrecha hecha con mercurio que se expande y contrae, el termómetro Galileo es mucho más complejo. Se compone de varias esferas de vidrio, cada una llena con una mezcla líquida de color que a menudo contiene alcohol, pero que incluso puede ser simplemente agua con colorante. Estas bolas flotantes se hunden o flotan dentro del agua circundante con el tiempo y la temperatura de manera muy lenta y elegante.
Cómo funciona un termómetro de Galileo
Cada burbuja tiene una etiqueta de que indica la temperatura, que también sirve como contrapeso. Cada etiqueta, a su vez, tiene un peso ligeramente diferente de las demás. Las burbujas de vidrio son diferentes en tamaño y forma, pero todas están calibradas para que tengan la misma densidad exacta.
El termómetro de Galileo funciona utilizando la densidad del agua, que cambia según aumenta o baja la temperatura. Cuando el aire ambiente que rodea al termómetro aumenta o disminuye de temperatura, también lo hará la temperatura del agua que rodea las burbujas de vidrio. A medida que la temperatura del agua sube o baja, el líquido se expandirá o contraerá, respectivamente, variando también la densidad en el proceso.