Glosario 
 de la Sostenibilidad

Biodiversidad

La biodiversidad engloba la pluralidad de organismos cohabitantes en ecosistemas marinos y terrestres, atendiendo a la variedad de especies en todos los niveles de la jerarquía biológica (animales, plantas, microorganismos, hongos, etcétera). La diversidad biológica se clasifica en tres tipos: genética, ecosistémica y de especies, cada una de las cuales está siendo mermada por los efectos del cambio climático.

Etimológicamente, el término es el resultado de la fusión de las voces griega bios y latina diversitas, que significan conjuntamente «diversidad de vida». La Real Academia Española (RAE) define la biodiversidad como la «variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente», mientras que el Diccionario Inglés Oxford (OED) recoge el concepto como «la existencia de un gran número de diferentes tipos de animales y plantas que forman un ambiente equilibrado».

Denominada también como diversidad biológica, la palabra ‘biodiversidad’ fue acuñada en 1985 por el botánico Walter G. Rosen durante la planificación del Foro Nacional de la Diversidad Biológica que se celebraría en Washington D.C. al año siguiente. No obstante, la popularidad actual del concepto se atribuye al entomólogo y biólogo estadounidense Edward Osborne Wilson (1929 – 2021), creador también del término ‘biofilia’ o amor hacia la naturaleza.

La biodiversidad puede clasificarse en tres clases, dependiendo de su objeto de estudio, a saber: la variedad de las especies, la diversidad de los ecosistemas y sus comunidades biológicas, y la variabilidad genética de los seres vivos. A continuación se detallan las características de cada clase:

De especies. Este tipo de biodiversidad se enfoca en el estudio de las especies con rasgos comunes en ecosistemas específicos, así como de subespecies, géneros y familias. Dado que existen hasta 100 millones de especies en la Tierra, esta área de estudio abarca un vasto número de individuos.

Ecosistémica. Los ecosistemas son el punto central de esta clase de biodiversidad, que centra sus esfuerzos en el estudio de áreas geográficas determinadas y de sus comunidades biológicas: hongos, microorganismos, plantas, etcétera. La biodiversidad de ecosistemas o espacios pueden dividirse en tres subtipos: (1) Alfa, que es la biodiversidad presente en un territorio determinado; (2) Beta, que pone de manifiesto la interrelación existente entre grupos de especies de un ecosistema y de otro, y (3) Gamma, que está dedicada al análisis de grupos de ecosistemas.

Genética.  Esta clase de biodiversidad alude a los cambios genéticos que se producen en comunidades biológicas, partiendo de la premisa de que cada organismo posee una configuración genética única.

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El cambio climático supone una grave amenaza para la biodiversidad en cualquiera de sus formas. De hecho, se estima que es su quinta mayor amenaza, después de la sobreexplotación, la introducción de especies invasoras, la reducción de los hábitats y la contaminación. Uno de los efectos negativos del calentamiento global sobre la diversidad biológica es el empeoramiento de los problemas de conservación.

Consciente de este problema, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en 1994 el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un tratado que recogía una serie de criterios destinados a preservar la biodiversidad. Con posterioridad, la Asamblea General de la ONU declararía el 22 de mayo como ‘Día Internacional de la Biodiversidad’

Con todo, la diversidad biológica continúa en estado de riesgo. España, por ejemplo, figura entre los países del mundo con una biodiversidad más vulnerable a los efectos del cambio climático. Recientes estimaciones sugieren que del 40% al 60% de nuestra flora y fauna ha reducido su número en las últimas décadas, según datos del Inventario Español de Especies Terrestres elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.