Día Mundial de la Biodiversidad: con su pérdida, perdemos todos
Proteger la biodiversidad animal y vegetal es esencial para la preservación del status quo del ecosistema. Esto tiene grandes implicaciones para la salud y seguridad humana. Y es que, la biodiversidad sirve como apoyo y sustento de la vida del ser humano al proporcionarnos recursos que nos sirven de alimento.
La diversidad biológica cumple un papel esencial para suavizar y mitigar los efectos negativos del calentamiento global que, en numerosas situaciones, provocan un empeoramiento de la vida en los entornos urbano así como la proliferación de fenómenos climáticos adversos como inundaciones y sequías. Disponer de una rica biodiversidad, también ayuda a proteger las cuencas hidrográficas y combatir los efectos de la erosión del suelo.
El Día Internacional de la Biodiversidad
El término biodiversidad hace referencia a la variedad de plantas, animales y microorganismos existentes que conforman los ecosistemas y que generan una serie de interacciones entre sus miembros y el entorno. Y es que los recursos biológicos son los pilares que sustentan a las civilización al proveerlas de medicamentos, alimentos, absorción de CO2, protección ante nuevas enfermedades, energía, refugio, ropa…
Ante la enorme importancia de la biodiversidad para el planeta y el ser humano, nació el Día Mundial de la Biodiversidad o Día Internacional de la Diversidad Biológica. Esta celebración tiene lugar cada 22 de mayo y conmemora la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica firmado ese día en 1992.
Los recursos naturales son esenciales para el planeta y el ser humano, que no solo se alimentan de animales, sino también de plantas. Estas últimas conforman el 80 % de nuestra dieta. Además, para el 80 % de los habitantes de zonas rurales son la base de sus medicamentos. Asimismo, nuestra salud está vinculada a la biodiversidad, puesto que supone un elemento vital para la lucha contra pandemias y enfermedades ya que ayuda a regular la aparición de plagas, patógenos, depredadores, parásitos y otros organismos que amenazan la supervivencia de la vida humana.
2022: Un futuro compartido para todas las formas de vida
Ante esto, debemos replantearnos nuestra relación con el mundo natural porque un ecosistema en buen estado de salud redunda positivamente en el estado de salud de la especie humana. Por esta razón, en este 2022, el lema escogido por Naciones Unidas para la celebración del Día de la Diversidad Biológica es «Construir un futuro compartido para todas las formas de vida». Una llamada a la esperanza, la solidaridad y el trabajo conjunto para construir un futuro más sostenible. Y es que debemos promover nuevas oportunidades sostenibles que nos permitan reconstruir nuestro medio ambiente. Solo de esta forma será posible asegurar nuestra salud y bienestar en nuestro planeta.
Cabe destacar que, cada vez somos más conscientes de la importancia de la biodiversidad, pero lo cierto es que cada año el número de especies disminuye a un ritmo acelerado. La actividad humana, a través de prácticas como la sobreexplotación o la destrucción de hábitats, es la principal culpable de esta pérdida de nuestra diversidad biológica.
Por supuesto, la biodiversidad supone un tesoro irreemplazable en múltiples ecosistemas, en los que actúan como medio de subsistencia para la población. Además de ello, aporta un marcado valor estético, contribuye a la identidad cultural y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ODS 14 y 15 (Vida submarina y vida de ecosistemas terrestres).
Nuestras propuestas para celebrar la biodiversidad
Desde Fundación Aquae nos sumamos a la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad y por ello, queremos compartir algunas recomendaciones, al alcance de todos, para cuidar y proteger a nuestros ecosistemas.
En primer lugar, es importante conocer qué es la biodiversidad. Solo comprendiendo mejor su importancia y sus funciones en el planeta seremos capaces de valorarlo. La concienciación es el primer paso.
Revisar nuestros hábitos y detectar aquellos que pueden suponer un prejuicio para nuestro planeta es esencial. Cambiar nuestras acciones por otras más sostenibles es una forma de cuidar nuestra naturaleza. La regla de las tres erres es una buena práctica que contribuye a la reducción de la contaminación y a evitar el despilfarro.
Viajar también puede contribuir a proteger nuestros entornos. Hacerlo de forma sostenible es un gran paso para lograrlo. ¿Te has planteado si realmente eres un turista sostenible?