Hay una manera de conseguir que un papel no se rompa. ¿Quieres saber cómo meter un papel en el agua sin que se moje? Tan solo necesitamos jugar con la física para lograrlo. Vamos a intentarlo en este experimento del papel que no se moja en el agua.
Materiales
- Un vaso.
- Un trozo de papel (de cualquier tipo).
- Un barreño de agua.
Experimento: cómo meter un papel en el agua sin que se moje
- Cogemos un vaso de tamaño normal.
- Introducimos una bola de papel en el fondo del vaso, que quede bien sujeto entre las paredes de este.
- Llenamos un barreño con agua.
- Damos la vuelta al vaso y lo metemos en el agua.
- El barreño está lleno de agua… ¡pero el papel se mantiene intacto!
Explicación
¿Cómo funciona este experimento del papel que no se moja? Para entenderlo, tenemos que volver a mencionar a una de las leyes fundamentales de la física. La densidad. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el vaso que hemos utilizado está lleno de aire. Cuando lo hemos introducido en el agua, el vaso empuja ejerce una fuerza sobre el agua para apartarla y ocupar su lugar. Como resultado directo, vemos como el nivel de agua en el barreño aumenta.
Por su parte, el agua también empuja al aire. Sin embargo, como no tiene ningún sitio donde ir, termina por comprimirse un poco dentro del vaso y disminuyendo su volumen. Ya deberías saber que, cuando hay mucho sitio entre sus moléculas, los gases tienden a comprimirse con mucha facilidad. Finalmente, lo que ocurre es que el agua entra hasta cierto nivel. Sin embargo no puede ir más allá, puesto que este aire se interpone en su camino. Gracias a este fenómeno, ¡el experimento del papel que no se moja es un éxito!
La densidad de la materia
En este experimento has aprendido cómo meter un papel en el agua sin que se moje utilizando la densidad de la materia. A continuación verás cómo de fácil –o difícil– es comprimir la materia cuando ésta aparece en diferentes estados.
Comprimir los sólidos
Las partículas de la mayoría de los sólidos están muy juntas. Esto indica que su densidad es muy alta. No obstante, aunque las partículas están fijas en el espacio y no pueden moverse ni deslizarse unas sobre otras, vibran un poco. Pero la vibración de los átomos que forman la materia en estado sólido es imperceptible para el ojo humano.
El hielo es agua en su forma o estado sólido. El hielo mantiene su forma cuando se congela, incluso si se saca de su recipiente. Sin embargo, el hielo es diferente de la mayoría de los sólidos porque sus moléculas están menos densamente empaquetadas que en el agua líquida, por lo que el hielo ocupa un poco más de espacio que la misma cantidad de agua líquida. Por eso flota el hielo.
Comprimir los líquidos
En la mayoría de los líquidos, las partículas están unidas pero con menor densidad que en los sólidos. Por ello, pueden moverse y deslizarse unas sobre otras. Si bien un líquido es más fácil de comprimir que un sólido, es bastante difícil hacerlo. ¿Te imaginas intentando comprimir agua en un recipiente?
Comprimir los gases
Los átomos y las moléculas de los gases están mucho más dispersos que en los sólidos o líquidos. Vibran y se mueven libremente a altas velocidades. Un gas se esparce por cualquier recipiente, pero si el recipiente no está sellado, el gas se escapará. El gas se puede comprimir mucho más fácilmente que un líquido o un sólido. Se puede ver, por ejemplo, en los depósitos de oxígeno que se utilizan para bucear. ¿Sabías que se pueden comprimir 600 litros de gas en un recipiente muy pequeño? Si el gas no se pudiera comprimir con tanta facilidad, practicar el buceo sería casi imposible.