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La espiral que gira sola

¿Puede una espiral girar sola? En este experimento comprobaremos que esto es posible gracias a las conocidas corrientes de convección, un fenómeno constante que ocurre en nuestro planeta.

A través de este experimento, conoceremos cómo se producen las corrientes de convección tan importantes para el clima y para nuestros mares. Recoge los materiales y ¡A experimentar!

Para realizar este experimento necesitaremos los siguientes materiales:

  • Un folio
  • Un compás
  • Una vela
  • Un hilo
  • Un papel
  • Unas tijeras

En primer lugar, dibujaremos en un folio, y con ayuda de un compás, una espiral que recortaremos siguiendo trazo que hemos dibujado.

Una vez tengamos la espiral de papel recortada, la colgaremos de un hilo por su parte central. A continuación, encenderemos una vela y la colocaremos bajo la espiral. Pasados unos segundos veremos como la espiral pasa de estar quieta a comenzar a girar sobre su propio eje vertical.  ¡Gira sola!

¿Por qué ocurre esto?

El movimiento de la espiral de papel se debe al calor de la vela. El aire que rodea la vela es menos denso que el resto provocando que este ascienda y genere una corriente de aire caliente.

Esta corriente de aire provoca que la espiral de papel rote sobre su propio eje vertical. Una vez que apagamos la vela, el movimiento del papel, se detiene.

Este fenómeno se conoce en física como corrientes de convección y se producen debido a las diferencias de temperatura y densidad del aire.

A través de este proceso, los materiales al calentarse se vuelven más ligeros, reduciendo su densidad, y provoca que el aire que se crea a su alrededor provoca su ascensión. Y por el contrario aquellos más fríos, con más densidad, tienden a hundirse.

Las corrientes de convección se dan de forma constante en el manto terrestre provocando el movimiento de las placas tectónicas de la Tierra.

Sin embargo, este fenómeno también se da en la atmósfera y tiene una gran importancia para el clima. Y es que a medida que se caliente el aire, este tiende a subir y permite que el aire fresco fluya en la parte inferior. Este fenómeno, junto al de rotación, es lo que provoca el viento en nuestro planeta.

Las corrientes de convección también se producen en aguas profundas y son las responsable de las corrientes oceánicas.

Otro ejemplo en el que podemos observar claramente el efecto de las corrientes de convención es cuando calentamos agua en una olla. Cuando el agua comienza a hervir en su interior, la fuente de calor transmite energía a las moléculas de agua que se mueven a gran velocidad. Cuando introducimos cualquier alimento, veremos como la temperatura y la densidad del agua disminuye. A lo largo de la cocción, el calor hace que el agua se desplace hacia la parte superior y parte de estas moléculas se conviertan en vapor.

Si te ha gustado este experimento, te invitamos a seguir aprendiendo sobre las principales leyes de la física y la química a través de otros sencillos experimentos. De la corrientes de convección con un papel y un vela, hasta el hielo imposible de derretir en el que conocerás más sobre la polaridad del agua.