Lo normal es pensar que si acercamos fuego a un globo hinchado, este explote al momento. Para evitar que un globo explote vamos a mostrarte un sencillo experimento donde comprobaremos que esto no tiene por qué suceder. Por supuesto no es arte de magia, solo ciencia. Si quieres hacer más experimentos con globos, te recomendamos además el del globo que no explota y el de poder hinchar uno sin aire.
Qué necesitamos
Para llevar a cabo este experimento tendremos que tener a mano dos globos, un mechero o cerilla y agua, el quid para evitar que el globo explote. También con un globo puede ser suficiente, pero si tenemos dos para hacer la comparación (y especialmente si lo hacemos con niños), mucho mejor.
El proceso
Lo primero para evitar que un globo explote es llenarlo en parte de agua. De nuevo acercamos la cerilla encendida y para nuestra sorpresa no explota. Obviamente lo hará si lo mantenéis mucho tiempo cerca, pero si lo acercáis unos pocos segundos segundos, no. Si el otro lo hinchamos solo se aire y a continuación acercamos la cerilla encendida, este explota al momento, como era de esperar, y ni una milésima de segundo ha necesita para hacerlo. El agua es la clave para evitar que el primer globo haya explotado.
Pero, ¿y por qué no explota el globo?
El primer globo, el que solo está lleno de aire, explota porque recoge el calor al instante. Mientras que el globo lleno de agua resiste mucho más porque el agua que hay dentro necesita absorber mucha más energía para convertirse en vapor. Y es que el agua es un gran transmisor del calor, tanto que impide al fuego quemar el globo. Internamente ocurre que el agua caliente sube y el agua fría baja en un ciclo continuo. Y así es como evitamos que el globo explote.