Los océanos arden
Los científicos, a través de un estudio publicado por la revista Science, aseguran que los océanos se están calentando mucho más rápido de lo que se pensaba, un hallazgo con graves consecuencias para el cambio climático porque casi todo el exceso de calor absorbido por el planeta termina almacenado en sus aguas. Si no se toman medidas, la previsión de estudio, estima que a partir del año 2080 los océanos se habrán calentado seis veces más de lo que lo han hecho los pasados sesenta años.
A través de un comunicado emitido por la Universidad de California en Berkley, Zeke Hausfather, autor del estudio y analista independiente del grupo de investigación sobre el clima, ha manifestado que el 2018 fue el año más caluroso para las temperaturas de los océanos, si bien es algo que ya sucedió en años anteriores. Es decir, cada año supera al anterior y se percibe un aumento paulatino de las temperaturas. Pero 2018 fue con toda probabilidad el año más cálido de los últimos 130 años en cuanto a la temperatura de los océanos se refiere, por lo que no se trata tan solo de un preocupante crecimiento, sino también de haber alcanzado niveles críticos.
La superficie terrestre se ha calentado y los océanos han absorbido el 93% del calor producido por los gases de efecto invernadero. La acumulación de estos gases, como el dióxido de carbono, en las aguas marinas, ha provocado que las temperaturas hayan aumentado por encima del nivel estimado en los océanos. Paradójicamente, “si el océano no estuviera absorbiendo tanto calor, la superficie de la tierra ese calentaría mucho más rápido de lo que está ahora. De hecho, los océanos nos están salvando del calentamiento masivo en estos momentos”, ha explicado Malin L. Pinsky, de la Universidad de Rutgers.
Pero, aunque los océanos están sirviendo de amortiguador, esas temperaturas elevadas están matado gran parte del ecosistema marítimo, subiendo los niveles del mar y ocasionando que los huracanes sean más destructivos. El Huracán Harvery, en 2017, o el Huracán Florence, en 2018, son muestras de ello, aunque su huella de destrucción puede ser superada en los siguientes huracanes si las temperaturas no se reducen.
“Debido a que desempeñan un papel tan crítico en el calentamiento global, los océanos son una de las áreas de investigación más importantes para los científicos del clima. Las temperaturas promedio de los océanos también son una forma consistente de rastrear los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero porque no están muy influenciados por los patrones climáticos a corto plazo”, explica Hausfather, quien, a su vez, reconoce que los nuevos hallazgos proporcionan un pronóstico algo sombrío para el futuro de los océanos, a la vez que confía que los esfuerzos para mitigar el calentamiento global, como el acuerdo del clima de París 2015, hace pensar que hay razones para que se pueda llegar a evitar los peores resultados. Encontrado el problema, queda trabajar en la solución.