Te mostramos como puedes hacer un volcán casero usando bicarbonato con limón y un poco de gel. Pero no te asustes, tu casa no se va a manchar un ápice. Es un volcán de pequeñas dimensiones, pero los resultados merecen la pena.
El experimento del volcán casero es un clásico de la vida escolar (al menos en la ficción estadounidense), pero lo que vamos a plantear hoy resulta mucho más sencillo y asequible. Se trata de un volcán de burbujas, con bicarbonato y limón, un experimento ideal para realizarlo con niños ya que resulta muy visual y de reacción rápida.Para llevar a cabo este experimento vamos a necesitar obviamente un limón, gel de baño y bicarbonato.
¿Cómo creamos un volcán de burbujas?
Lo primero que tenemos que hacer es coger un cuchillo y cortar el limón, más o menos un cuarto del mismo. Tomamos la parte más grande y realizamos un pequeño agujero para que a continuación podamos echar dentro el bicarbonato de sodio y un poco de gel. Después lo que tocaría sería verter un poco de jugo de limón por encima. Y así es cómo vemos que nuestro volcán ha entrado en erupción.
Pero, ¿y por qué?
El volcán se genera ya que el limón tiene ácido cítrico. Cuando este se mezcla con bicarbonato se forma dióxido de carbono y se produce esta explosión de burbujas.
Aparte de para este curioso volcán, os contamos un poco más del bicarbonato de sodio. Se trata de un compuesto sólido cristalino de color blanco soluble si se introduce en agua. Cuenta con un leve sabor alcalino muy similar al del carbonato de sodio. Es posible encontrarlo como mineral en la naturaleza o se puede producir de manera artificial. Debido a la capacidad del bicarbonato de sodio para liberar dióxido de carbono, se emplea normalmente con compuestos acídicos como aditivo leudante en panadería y algunas levaduras para el pan la tienen. Muy popular también es su uso en la producción de gaseosas. También, además del volcán, con bicarbonato puedes hacer este experimento de estalactitas y con limón este con leche.
¿Cuál es la reacción química de este experimento?
El bicarbonato sódico es un compuesto sólido cristalino de color blanco que se puede disolver en agua. Tiene un sabor similar al del carbonato de sodio. Sin embargo, el carbonato de sodio tiene un sabor más fuerte y más salado. La fórmula química del bicarbonato sódico es NaHCO3 y su gran capacidad reactiva lo convierte en un compuesto imprescindible en las industrias alimentaria y cosmética entre otras. Se puede encontrar el bicarbonato sódico de forma natural, y también se puede producir de forma artificial.
Veamos la fórmula química de este experimento:
3NaHCO3 + C6H8O7 → 3NaHCO3+ + C6H8O7 3- + 3H2O + 3CO2
donde NaHCO3 es bicarbonato sódico, C6H8O7 es ácido cítrico, H2O es agua y CO2 es dióxido de carbono.
Reacciones químicas vs reacciones físicas
En esta reacción química, el bicarbonato de sodio y el ácido cítrico reaccionan al mezclarse. Gracias a esta reacción química se generan una serie de productos, incluidos los iones, que son átomos o moléculas que han perdido o ganado uno o más electrones. Esto los convierte en productos con carga positiva o negativa.
Sin embargo, es importante recordar que, si bien los productos son diferentes a los reactivos en cualquier cambio químico, no hay nada derecho de una ecuación química que no esté en el izquierdo también. Al producirse la reacción química, los elementos reactivos se reorganizan para generar los productos. Cada elemento químico está presente en las mismas cantidades en ambos lados de la ecuación. Sencillamente, se organizan de forma diferente para producir nuevas moléculas e iones diferente a los de los reactivos.
Esta es la gran diferente entre un cambio físico y un cambio químico. En el caso de los cambios físicos, no se produce ninguna alternación en la composición química de los elementos.