«Ya no los hacen como antes.» «Antes los móviles duraban mucho más, ahora se rompen con mirarlos». ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? Esta reflexión aparentemente inofensiva esconde detrás una espeluznante realidad: con el paso de tiempo tendemos a proporcionar vidas más cortas a los productos que adquirimos. En general, se sostiene que ciertos dispositivos, automóviles y otras tecnologías tienen una vida útil deliberadamente corta, para que tengas que pagar para reemplazarlos.
En diversas formas, desde la sutil hasta la no sutil, la obsolescencia programada es un problema muy arraigado en la actualidad. Desde la llamada durabilidad artificial, donde las piezas quebradizas se estropean, hasta que las reparaciones cuestan más que los productos de reemplazo, hasta actualizaciones estéticas que enmarcan versiones de productos anteriores como menos elegantes: los fabricantes de productos no tienen escasez de artimañas para seguir abriendo las billeteras de los clientes.
El caso de los smartphones
Para un ejemplo completamente moderno, considere los teléfonos inteligentes. Estos teléfonos a menudo se descartan después de un par de años de uso. Las pantallas o los botones se rompen, las baterías se agotan o sus sistemas operativos, aplicaciones, etc., de repente ya no pueden actualizarse. Sin embargo, siempre hay una solución al alcance de la mano: modelos de teléfonos nuevos, que se lanzan aproximadamente cada año y se promocionan como «los mejores de todos los tiempos».
Como otro ejemplo de obsolescencia planificada aparentemente flagrante, Slade menciona cartuchos de impresora. Los microchips, los sensores de luz o las baterías pueden desactivar un cartucho mucho antes de que se agote toda la tinta, lo que obliga a los propietarios a comprar unidades completamente nuevas y nada baratas. «No hay una razón real para eso», dice Slade. «No sé por qué no puedes ir a buscar una botella de [tinta] cian o negra y, ya sabes, verterla en un depósito».
Te invitamos a que escuches el podcast, donde ahondamos en esta problemática tan actual.