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¿Sabes si flota el hielo en el aceite?

Para realizar este sencillo experimento sobre diferentes densidades vamos a necesitar elementos muy a mano que todos disponemos en casa: recipiente con agua, hielo y aceite. Llenamos hasta la mitad del recipiente de agua y añadimos aceite. Añadimos hielo y... ¡Ni flota ni se hunde!

Pero, ¿por qué sucede esto? El agua tiene más densidad que el hielo, y este a su vez en su estado sólido, es más denso que el aceite. Al hundir en el aceite el hielo, este se queda atrapado entre la superficie del agua y el aceite debido a la diferencia de densidades que hay entre los tres.

Ahora bien, observa con atención, ya que el experimento puede llegar todavía más lejos. Conforme el hielo vaya deshaciéndose y pase a su estado líquido comprobaremos que el agua quedará hundida por debajo del aceite.

¿Por qué sucede esto? Todo tiene una explicación. El hielo quedará por encima del aceite porque la densidad del hielo es menor que la densidad del aceite. Por el contrario, una de las características del agua es que su densidad es mayor a la densidad del aceite. Esto provoca que el agua quede siempre por debajo del aceite sin llegar a mezclarse.

¿Cuál es la densidad el agua, el aceite y el hielo?

¿Quieres aprender un poco más sobre el tema? Te lo explicamos. Por ejemplo, la densidad del agua en gramos es de en torno a 1.000 kg/m3. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta depende de factores como la temperatura (sería de unos 998 kg/m3 a 20ºC, o 0,998 g/cm3), la presión (se suele considerar 1 atmósfera) y la salinidad (en este caso hablamos de agua destilada, que no contiene sal).

La densidad del hielo (cuando el agua llega a 0ºC), sin embargo, es de unos 917 kg/m3. Por su parte, la densidad del aceite se calcula en los 920 kg/m3 aproximadamente, ya que varía en función del tipo. Hay que tener en cuenta que no es la misma la del aceite de girasol o la del de oliva o de palma. Esta diferencia en sus densidades es uno de los factores que explican por qué el agua y el aceite no se mezclan.

¿Cómo se mide la densidad?

El instrumento que se utiliza para medir la densidad de un líquido se llama hidrómetro. De todos los dispositivos de medición científica es, con toda probabilidad, uno de los más simples. Con frecuencia se fabrica con vidrio y tiene la apariencia de un termómetro. El hidrómetro está formado por una base o tallo cilíndrico y un bulbo que incluye un peso en la parte inferior para que flote en posición vertical.

El hidrómetro se baja suavemente al líquido que se va a medir y hay que dejarlo en un punto en que esté  flotando libremente. Hay líneas grabadas o marcadas en el dispositivo para que el usuario pueda ver si dónde está flotando el hidrómetro. En líquidos menos densos, el hidrómetro flotará más bajo, mientras que en líquidos más densos flotará más alto. Dado que el agua es el “estándar” por el que se miden otros líquidos, la marca del agua probablemente esté etiquetada como “1.000.”

Un hidrómetro es una herramienta muy interesante para acompañar todos los experimentos que hagas sobre densidad del agua. Por ejemplo, te serviría para comprobar los cambios que se produce en la densidad de algunos líquidos cuando los exponemos a diferentes temperaturas. Te animamos a que eches un vistazo al experimento donde explicamos este fenómeno y sigas expandiendo tu conocimiento científico con objetos de la vida cotidiana en nuestra sección de experimentos. ¡Hay de todo tipo!