De hecho, la Agenda 2030 y los ODS se han reforzado como una hoja de ruta para la reconstrucción. Ambos son de vital importancia para el desarrollo sostenible e inclusivo en todo el mundo, pero es especialmente relevante para grupos excluidos y en circunstancias de vulnerabilidad como las personas con discapacidad.
Esta Agenda reconoce expresamente a las personas con discapacidad, que engloban a un total de mil millones de personas en el mundo, como uno de los grupos de población a tener en cuenta en todas las decisiones. Esto refleja los principios de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. La discapacidad es así un asunto transversal en la Agenda 2030.
La personas con discapacidad: una cuestión de derechos humanos
De los 17 ODS que componen esta Agenda, son varios los que incluyen referencias específicas a las personas con discapacidad. Estos son: el ODS 4 sobre educación inclusiva y de calidad; el ODS 8 sobre crecimiento económico, pleno empleo y trabajo decente; el ODS 10 sobre reducción de las desigualdades; el ODS 11 sobre ciudades y comunidades inclusivas y sostenibles; y, por último, el ODS 17 sobre implementación de la Agenda y las alianzas necesarias.
Sin duda, todas estas menciones recogen el esfuerzo internacional a favor de las personas con discapacidad con el objetivo de que “nadie quede atrás”. Una labor que continúa en el marco del cumplimiento, avance y seguimiento de la Agenda, además de su revalidación como elemento propulsor de la recuperación tras la pandemia.
Si la Convención de la ONU situó públicamente a la discapacidad en el foco de los derechos humanos, la Agenda 2030 y los ODS, aunque no tienen un carácter vinculante, han puesto de manifiesto que la sostenibilidad no solo tiene una dimensión ambiental, sino también social ya que la discapacidad y la accesibilidad forman parte del desarrollo sostenible.
Por tanto, la discapacidad es una cuestión de derechos humanos y también de sostenibilidad (una sostenibilidad amplia alineada con el enfoque ASG –ambiental, social y de gobierno). Sin inclusión no hay una verdadera sostenibilidad, y la pandemia nos ha demostrado cómo las desigualdades operan como un importante riesgo, realzando la importancia de esta dimensión social.. La S del enfoque ESG (siglas en ingles de Environmental, Social y Governance) ha ganado protagonismo.
Fundación ONCE y su compromiso con los ODS
La Agenda 2030 y los ODS se han convertido en un marco respecto al cual los países y las organizaciones de todo tipo nos estamos transformando. Articular y demostrar el alineamiento y la contribución a los ODS es un ejercicio primordial, al que no es ajeno el Grupo Social ONCE, y en particular la Fundación ONCE.
Como Fundación ONCE, nuestra misión está centrada en mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias. Ponemos el foco en la formación y el empleo, así como en la accesibilidad de productos, servicios y entornos.
De este modo, desde su propia misión, visión, objetivos estratégicos, y a través de múltiples programas y acciones, la Fundación ONCE contribuye a una diversidad de Objetivos de Desarrollo Sostenible como son el ODS 4, 5, 8, 10, 11,16 y 17.
Por otro lado, el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático tampoco son ajenos a nuestra actividad, especialmente, en un contexto de crecientes exigencias y nuevas oportunidades, como los empleos en una economía «verde». Así, nuestra contribución a los ODS ambientales se relaciona con los ODS 6, 7, 12, 13 y 14.
Nuestra misión social, así como nuestro relevante papel en el sector de la discapacidad y la economía social, nos empuja a desplegar una estrategia en relación con la sostenibilidad, abordando todas sus dimensiones, ambiental, social y de buen gobierno, y teniendo en cuenta nuestros diferentes grupos de interés, tal como se refleja en nuestro Plan Director de RSC y Sostenibilidad.
En todo ello, sin duda la Agenda 2030 y los ODS constituyen una brújula que alimenta nuestro quehacer diario y en la que vemos reflejada la posibilidad de impulsar una economía inclusiva, donde nadie quede atrás.