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¿Necesita España un plan de reforestación?

19 de Enero de 2022
¿Necesita España un plan de reforestación? Antonio D. del Campo reflexiona sobre esta cuestión
Antes de entrar en la actual situación, convendría valorar el resultado del ambicioso plan de reforestación liderado por Ceballos y Embún en 1939, cuando el estado de nuestros montes era de una tremenda degradación y su superficie la mínima de nuestra historia reciente.

El resultado de la ejecución de dicho plan ha redundado en unos 3 millones de hectáreas repobladas tanto de carácter protector como productor desde 1940 hasta 1995, con diferentes intensidades de repoblación según los contextos socioeconómicos. Este esfuerzo repoblador unido a un abandono paulatino de las actividades agrícolas se ha traducido en un incremento del 50 % en nuestra superficie forestal arbolada, ocupando España el tercer lugar en Europa en cuanto a superficie forestal en la actualidad.

En este sentido, no podemos olvidar el importante peso que tiene la superficie forestal no arbolada en nuestro país, los matorrales. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, un 40 % de la superficie forestal total se corresponde con estratos arbustivos. Estas formaciones nos indican estados de menor productividad biológica que pueden representar bien el máximo de un ecosistema dado, o bien una degradación en un sentido amplio, ya sea por incendios forestales, por procesos de decaimiento de los árboles o ambos.

¿Necesita España un plan de reforestación? Antonio D. del Campo reflexiona sobre esta cuestión

En la Comunidad Valenciana, un 40 % de la superficie forestal total se corresponde con estratos arbustivos

Esta escasez de cobertura nos da una pista del estado actual de nuestros montes en un contexto de cambio climático, en especial en las regiones semiáridas donde se produjo un mayor esfuerzo repoblador, pues sabemos que muchas zonas tenderán a la “matorralización” por el empeoramiento en las condiciones ambientales. En estas zonas sería conveniente replantearse el modelo repoblador tradicional.

Por otra parte, la escasa gestión forestal realizada sobre las masas repobladas y la regeneración natural del bosque lleva consigo extensas áreas continuas con una probabilidad muy alta de incendio de alta intensidad, si se produjera una ignición y condiciones atmosféricas desfavorables. Esto nos lleva a preguntarnos si los bosques que tenemos en la actualidad están correctamente gestionados desde el punto de vista de su adaptación al cambio climático y al fuego (ver referencia 1).

El contexto actual internacional nos indica que se van a incrementar los esfuerzos para prevenir, parar y revertir la degradación de ecosistemas en todo el planeta. En Europa, esto se ha traducido en la estrategia de biodiversidad para 2030, donde la UE se compromete a plantar al menos 3.000 millones de árboles en el continente.

Un plan de reforestación que se adapte al territorio 

En nuestro país vemos una apuesta decidida por la restauración de ecosistemas e infraestructura verde con unos 551 millones de euros de dotación, mientras que 400 millones para gestión forestal en el plan estatal de resiliencia. Dos tercios del territorio español son drylands (denominación común de la ONU para las tierras secas subhúmedas, las semiáridas, las áridas y las hiperáridas), y repoblar estas zonas requiere ingeniería forestal “de precisión”.

En trabajos recientes hemos estudiado en profundidad los factores que explican dónde, cuando y porqué se mueren las plantas, además del rol que juega la especie utilizada. Hemos encontrado tasas de mortalidad muy altas en muchos casos, cercanas al 100% para determinadas especies, o por encima del 50 % para la mayoría. Además, hemos visto como el margen de actuación técnica que tenemos es de aproximadamente un 30 %, mientras que los factores ambientales y la meteorología son los que más afectan a la supervivencia de las plantas (ver referencia 2).

¿Necesita España un plan de reforestación? Antonio D. del Campo reflexiona sobre esta cuestión

A la pregunta de si España necesita un Plan de Reforestación mi respuesta es sí, pero condicionado. La sociedad nos pide esfuerzos para que restauremos nuestros ecosistemas degradados, aunque necesitamos nuevas herramientas y enfoques que nos sirvan de base para ello. El paradigma repoblador de los años anteriores no es aplicable hoy día. Ahora, tenemos que cuidar hasta el más mínimo detalle para seleccionar las zonas a repoblar, pero también con qué especies y procedencias y cómo llevarlo a cabo. España necesita un Plan de gestión adaptativa integral del territorio que incluya actuaciones de reforestación de precisión.

Desde mi cargo como profesor en la UPV, y como patrono de la Fundación Desert Leaves, mi empeño está en la enseñanza de la ingeniería forestal, y en promover que se transfieran los resultados de investigación y se apliquen los conocimientos técnicos de los que disponemos hoy en día.

Desde Desert Leaves apoyamos a organizaciones que promueven iniciativas de reforestación desde una perspectiva ecosistémica, velando porque sus proyectos tengan éxito. También hay una labor importante de divulgación, ya que la mejora de nuestros bosques muchas veces requiere medidas contraintuitivas, a las que el público puede sentir cierto rechazo. Trabajar sobre estos tres ejes, la enseñanza, la aplicación de técnicas forestales modernas, y la divulgación, es la mejor apuesta para preservar nuestros ecosistemas forestales, en España y en el mundo.

*Recuperar nuestros ecosistemas y contribuir al equilibrio medioambiental forman parte de los objetivos de Fundación Aquae. Por esta razón desarrollamos el proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ que en el caso de la Comunidad Valenciana lo llevamos a cabo junto a Hidraqua. Se trata de una iniciativa con la que realizamos acciones de reforestación en diferentes puntos de nuestra geografía. Desde su puesta en marcha en 2015 hemos plantado más de 13.500 árboles que nos ayudaran a compensar más de 800 toneladas de dióxido de carbono en los próximos 30 años.*


Referencias: 

1: Antonio J. Molina et al. (2021). SilvAdapt.net: A site-based network of adaptive forest management related to climate change in Spain.  Aceptado y pendiente de asignación de DOI.

2: Del Campo, A. D., Segura-Orenga, G., Bautista, I., Ceacero, C. J., González-Sanchis, M., Molina, A. J., & Hermoso, J. (2021). Assessing reforestation failure at the project scale: The margin for technical improvement under harsh conditions. A case study in a Mediterranean Dryland. Science of The Total Environment, 796, 148952.

ACERCA DEL AUTOR

Antonio D. del Campo
Ingeniero de Montes (1997) y Doctor (2002) por la Universidad de Córdoba. Es patrono fundador de Desert Leaves y profesor titular en la Universidad Politécnica de Valencia, donde imparte docencia relacionada con la ciencia e ingeniería forestal. Sus méritos han sido reconocidos con cuatro sexenios por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora y tiene más de 100 publicaciones con revisión por pares. Ha participado en 30 proyectos de I+D+i, nacionales e internacionales, y en contratos con empresas y Administraciones, siendo investigador principal en 25 de ellos. Ha realizado estancias en las universidades de Oregón, Idaho y British Columbia. Forma parte del comité de expertos en bosques y aguas de la FAO y de la TF-IUFRO: Forests, Soil and Water Interactions.