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¿Cuánto vales en internet? ¿Quién te vende? ¿Quién te compra?

6 de Julio de 2015
¿Cuánto vales en internet? ¿Quién te vende? ¿Quién te compra? Cada milisegundo tu perfil de datos cambia de manos. Cada milisegundo, miles de pequeños pedazos de código entran y salen con nuestros perfiles de subastas automáticas online: es el “real time bidding” (puja automática en tiempo real). 

Les hemos dado permiso al aceptar los famosos “Terms and Conditions”. Excelente reportaje sobre el tema aquí. Es como el gran y complejo ecosistema de las ventas y compras automatizadas en que se ha convertido la bolsa tradicional. Pero aquí no son acciones lo que se vende sino nuestra información, nuestra identidad (sobre la identidad y su relación con la información). Somos las acciones vivas de un sistema automatizado y muy veloz. 

La red de agencias de compraventa ha crecido de forma espectacular en los últimos años. Nuestro historial de navegación, las cookies y otras informaciones y acciones tan sorprendentes como la tarjeta gráfica de nuestro ordenador, la forma idiosincrática en que movemos el ratón o tecleamos les permiten identificarnos únivocamente. Nos subastan en un mercado global y nada transparente.  

Apenas existen herramientas que nos permitan decidir quién, cómo y en qué grado ve, usa y vende nuestros datos. Digamos que somos transparentes parar ciertos actores de la web y ellos, en cambio, son opacos para nosotros. Con un “desconectador podemos bloquear muchos servicios. Pero al probarlo, vemos cómo algunos servicios muy útiles en la web, la búsqueda o servicios de mail, quedan bloqueados. ¿Es este un precio que queramos pagar?¿Es el único que pagamos?

Para tomar una decisión consciente hay que saber en qué mar navegamos. Visualizar la red de sitios web a los que hemos firmado términos y condiciones para que nos usen es un primer paso. Existen herramientas con las que descubrir cómo somos revendidos y recomprados mucho más allá de las condiciones que hemos firmado. Las famosas “terceras partes” pueden llevar nuestros datos a lugares que ni sospechábamos. Algunas de las empresas que compran a las segundas y terceras partes ni siquiera lo son. Se trata de agencias de información de múltiples países que utilizan esas tapaderas y atesoran datos sobre los patrones de uso, opiniones y tendencias de ciudadanos de otros países. 

Hay quien estaría dispuesto a entrar con consciencia en el pacto fáustico que elimina intimidad (me niego a utilizar la barbaridad de “privacidad”) a cambio de funcionalidad y servicios. Te dejo ver todo o mucho a cambio de que me sigas sirviendo (buscando, conectando con amigos, etc.).  Un estudio dice que en Europa valoramos cada uso de nuestros datos en unos 7 euros. La realidad es que nos venden por 0.0021 euros.  Vale la pena saber qué tipos de información y de intimidad arriesgamos desde nuestro móvil, nuestro ordenador y a través de la red (ver esta tabla configurable). 

(Figura Trackmyshadow: para saber qué se nos va en la red y por dónde)

Pero arriesgamos algo más que unos céntimos arriba o abajo. Si aún eres de los que creen en el argumento de que no tienes nada que ocultar, estaría bien que reflexionaras sobre estos puntos. Una vez los hayas leído te interesará saber que sólo 3 de las 25 mayores compañías de “tracking online” respetan la política de dejar de seguirnos aun cuando así lo especificamos en nuestro navegador.

Si alguien recuerda la novela “La broma” de Kundera, tendrá presente cómo conectaba la falta de intimidad con las sociedades tiránica y totalitaria. Algo así nos recordaba el excelente film “La vida de los otros”. Ya hemos, casi, llegado a un estado de cosas similar  a través de mecanismos de mercado. Por si aún nos queda alguna resistencia mental a esta falsa transparencia a la que nos invitan a vivir, esta charla acaba de poner los puntos sobre las íes, nos dice cómo nos hemos ido más allá de lo razonable en una sociedad democrática (“Why privacy matters”). 

Según aumenta la concienciación tecnológica de este el pacto al que me refería más arriba se revela como diabólico y genera más resistencias. Las revelaciones de Snowden han tenido un efecto movilizador en esta dirección y no sólo en Estados Unidos. A partir de la concienciación sobre el valor no monetario de las líneas que ya se han cruzado quizá podremos reconstruir un sistema tecnológico más correcto. Es importante como individuos y como sociedad. Y para las propias empresas.

Referencias

Luciano Floridi. The Informational Nature of Personal Identity.  

The Informational Nature of Personal Identity. Minds & Machines (2011) 21:549–566

ACERCA DEL AUTOR

Ramon Sangüesa
Fundador del Equipo Cafeína. Experto en programas de investigación en TIC, comunicación y arte. Coordina el Data Transparency Lab, iniciativa conjunta de MIT, Open Data Institute, Mozilla Foundation y Telefónica I+D.