La clave del teletransporte es lo que los físicos denominan el entrelazamiento cuántico. Este fenómeno ocurre cuando dos partículas están tan conectadas que lo que le sucede a una, afecta de forma inmediata a la otra, sin importar a qué distancia estén entre si.
Las leyes de la mecánica pronostican que dos objetos pueden compartir su estado cuántico sin importar la distancia a la que se encuentren. Las propiedades medibles, como su velocidad o posición, se mantienen conectadas con las de otro objeto diferente hasta el punto de que si uno de los objetos se modifica, el otro también.
¿Entrelazamiento cuántico o hecho paranormal?
No existen leyes cuánticas que logren explicar el por qué de este comportamiento y hasta hace poco se dudaba de que fuera cierto. Es un fenómeno extraño que se escapa de la realidad. Esto fue lo que pensó Albert Einstein mientras estudiaba el entrelazamiento cuántico.
En 1935, el padre de la Teoría de la Relatividad, junto con otros dos científicos, descubrieron matemáticamente el entrelazamiento cuántico. Desde el principio, este fenómeno les pareció tan absurdo que llegaron a denominarlo acción fantasmagórica. Einstein pensó que debió haber algún error en la fórmula, ya que podían demostrar con el principio del realismo local que las correlaciones entre ambos objetos eran inconsistentes.
Lo que no sabía Einstein es que sus conjeturas en torno a esa acción fantasmagórica acabarían fundamentando una hipótesis que nos acercaría al teletransporte.
Un paso más hacia el teletransporte
Con el paso del tiempo, este experimento se convirtió en uno de los fenómenos más peculiares de la física. En los años 60, el científico irlandés John S. Bell realizó un exhaustivo análisis donde detallaba cada una de las sutilezas que forman el entrelazamiento.
El estudio realizado por Bell abría la oportunidad de indagar acerca de la veracidad del entrelazamiento cuántico. Sin embargo, para llevar a cabo el experimento era necesario un laboratorio muy sofisticado. En esta época el avance científico y tecnológico no era como lo conocemos actualmente por lo que fueron necesarias un par de décadas para poder ejecutarlo.
Fue en los años 80 cuando Alain Aspect descubrió que el entrelazamiento cuántico es verídico y existe. Desde entonces, este fenómeno se ha probado en diferentes laboratorios científicos del mundo, pero hasta entonces solo se han llevado a cabo con objetos microscópicos como partículas o átomos.
En pleno 2021, ha saltado la noticia de que los científicos logran el entrelazamiento cuántico con objetos macroscópicos. Estos objetos superaban el tamaño de un átomo o molécula, aunque son más pequeño que un cabello humano. “Aún así este descubrimiento supone un gran avance para la ciencia y quien sabe si algún día vamos a llegar a teletransportarnos”, destaca Irene.
A pesar de las limitaciones, las posibilidades del teletransporte cuántico son prometedoras a medida que se van conquistando nuevos hitos. ¿Podremos, en un futuro, hacer del teletransporte una realidad?
Si te ha gustado conocer un poco más el entralazamiento cuántico de la mano de Irene Puerto, te invitamos a seguir disfrutando de nuestras Máster Class en las que tratamos, de la mano de los mejores divulgadores cientificos, diferentes tema que van desde la importancia de la huella hídrica hasta los filósofos del universo.