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¿Cuánta agua se necesita para producir alimentos?

La huella hídrica es el valor que nos indica la cantidad de agua que requiere la producción de cualquier cosa. En esta infografía, os enseñamos el gasto de agua que tienen ciertos alimentos. Sin duda las cifras te sroprenderán.

cuánta agua se necesita para producir alimentos y la huella hídrica

El agua que se necesita para producir alimentos está muy por encima de lo que solemos pensar. Y es que a veces un acto tan sencillo como comernos una bolsa de patatas, implica la utilización de una gran cantidad de recursos hídricos para su producción.

¿Cuánta agua se necesita para producir los alimentos más típicos de nuestra cocina?

Nuestro estilo de vida determina el tamaño de  nuestra huella hídrica. Las acciones que realizamos en nuestro día a día implican un consumo de agua dulce real y virtual. Por ejemplo, seguir dietas sostenibles y saludables, como la mediterránea, también genera beneficios en el medio ambiente ya que la ingesta de frutas, verduras y pescado proporcionaría un gran ahorro de agua. Esto se debe, principalmente, a que las grasas animales y los productos lácteos son los alimentos que más agua necesitan para su producción.

Si hablamos de medio kilo de mantequilla, se necesitan unos 2.700 litros de recursos hídricos para su producción; para medio kilo de queso, 2.500 litros; para una hamburguesa, unos 2.400 litros; y para una bolsa de patatas fritas, 185 litros.
Respecto a legumbres y cereales, el arroz es el que más agua consume: 1.700 litros por medio kilo. Para producir medio kilo de trigo se requieren 500 litros de agua; para medio kilo de maíz, 450 litros; y para medio kilo de lentejas, 25 litros. Unas aceitunas, como las que te ponen en el bar, necesita 250 litros de agua. Para una única manzana se requieren 70 litros de agua; y en el caso de una naranja, 50 litros.
En el grupo de las bebidas, la leche es la que, sin duda, más agua necesita para su producción: 1.000 litros para generar un litro de leche. 840 litros de agua para producir una jarra de café; 720 litros, para una botella de vino; 190 litros, para un vaso de zumo de manzana; 106 litros de agua para producir una simple caña de cerveza; o 35 litros para una taza de té. Como se puede ver, la producción de todos y cada uno de los alimentos tienen un impacto hídrico. Algo que implica que sea necesario un desarrollo sostenible en el consumo de alimentos.

La producción alimentaria, un problema de recursos

La alimentación y la agricultura son dos de las actividades que más recursos hídricos necesitan para llevarse a cabo. De hecho, desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estiman que la industria agroalimentaria requiere de aproximadamente 100 veces más agua que la que utilizamos para fines personales. Para tener una imagen más exacta de esta situación: el riego necesario para llevar a cabo las tareas en la agricultura y en la ganadería consumen hasta el 70% del agua que se extrae de los ríos y de las reservas  subterránea. El  20% va para la industria y el 10% para uso doméstico.

Por otro lado, la industria cárnica requiere de una cantidad de agua mucho mayor que la de las verduras. La FAO estima que para producir 1 kilogramo de carne se necesitan entre 5.000 y 20.000 litros de agua. Contrastando estas cifras con las de la industria agraria, para producir 1 kilogramo de un cereal como el centeno se requieren entre 500 y 4.000 litros de agua.

Aunque, sorprendentemente, uno de los alimentos que más agua necesita para su producción es el chocolate, que requiere 17.000 litros de agua para producir 1 kg del producto. Entre los alimentos que menos agua necesitan para su producción encontramos el té, la cerveza y el vino. En comparación con la producción de carne, los alimentos vegetales requieren una cantidad de agua mucho menor.