Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023

Uno de los retos de la actualidad es la escasez de recursos hídricos. Se acaba de celebrar la Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023, una reunión histórica que pide movilizar recursos, impulsar la colaboración internacional y estimular las alianzas entre actores públicos y privados, además de crear sistemas de alerta temprana ante fenómenos extremos.

Del 22 al 24 de marzo de 2023 se celebró en Nueva York la Conferencia de la ONU sobre el Agua, la primera en casi cinco décadas. Esto explica la relevancia de un encuentro definido por Naciones Unidas como “el acontecimiento más importante sobre el agua en una generación”.

Desde que se celebró la primera Conferencia de la ONU sobre el Agua en Argentina en 1977, la población de la Tierra se ha duplicado hasta alcanzar los 8.000 millones de personas y la demanda de recursos hídricos y las fuentes de contaminación se han disparado por el crecimiento de actividad mundial.

Además, el cambio climático añade un desafío nuevo, pues altera los patrones de precipitación y temperatura, provoca más eventos extremos como sequías o inundaciones y una incertidumbre generalizada en el acceso futuro al agua.

Todo ello ocurre en un mundo que aún contempla enormes brechas de desarrollo. De hecho 2.200 millones de personas, el 25% de la población mundial, no cuenta con servicios de agua potable gestionados de manera segura, y más de la mitad, 4.200 millones, carecen de servicios de saneamiento efectivos, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF de 2021. El estudio añade que a unos 3.000 millones le faltan instalaciones básicas para el lavado de manos.

Un reto global

La crisis de recursos naturales, como el agua, figura entre los 10 mayores riesgos que abordará la humanidad en la próxima década, según el Informe sobre Riesgos Mundiales 2023 del Foro Económico Mundial. El texto cita estimaciones de la ONU que sitúa la brecha entre la demanda y el suministro de agua en un 40% para 2030, con un «aumento drástico y desigual de la demanda entre países».

De hecho, en la apertura del encuentro el secretario general de Naciones Unidas, Antònio Guterres, afirmaba que habría que multiplicar por cuatro el esfuerzo actual para resolver los grandes desafíos del agua antes de 2030, “especialmente en contextos frágiles y en los países más pobres”.

La ONU propone cuatro medidas para asegurar el acceso universal al agua: políticas públicas eficaces; colaboración intergubernamental; inversiones masivas en sistemas de agua y saneamiento y potenciar la resiliencia e innovación para crear soluciones e infraestructuras resistentes al nuevo contexto climático.

La Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023 considera que acelerar estos cambios requiere “recoger datos y hacer un seguimiento a nivel nacional de forma institucionalizada, utilizando metodologías coherentes”. No en vano, la digitalización del sector del agua está permitiendo contar con gran cantidad de información, y la ONU considera que compartirla y utilizarla de forma transparente ayudará a tomar decisiones.

Sistemas de alerta temprana

La información también permite mejorar la previsión ante desastres naturales. Precisamente, una recomendación en ese sentido de la conferencia de la ONU es mejorar los sistemas de alerta temprana para advertir a los gestores y a la población ante eventos extremos y disminuir los impactos. Nueve de cada 10 desastres naturales están relacionados con el cambio climático, según un informe conjunto presentado en 2016 por la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres.

Y entre todos ellos destacan los relacionados con el agua. De hecho, las sequías, las tormentas y las inundaciones dominan la lista de catástrofes de los últimos 50 años,

tanto en pérdidas humanas como económicas, según un análisis de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) dado a conocer en octubre de 2021.

La importancia de las alianzas

Una de las conclusiones principales de la Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023 es que es necesario mejorar la cooperación -internacional, regional y a nivel de país- para crear alianzas que aceleren el avance hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 (ODS6), relativo al acceso universal al agua y el saneamiento antes de 2030.

Todo tipo de entidades como organismos internacionales, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y empresas participaron en la conferencia. El líder de Naciones Unidas les instó a fortalecer las alianzas, reconocidas en el ODS17 de la ONU como elemento vertebrador de todos los ODS. También se subrayó la aportación primordial que las compañías avanzadas en la gestión eficiente y tecnológica del agua pueden ofrecer si se crean modelos de colaboración público-privada que lo faciliten.

Para la UNESCO, las alianzas y la cooperación son esenciales para el progreso en la consecución de las metas del ODS 6. Como señala su último informe de 2023 sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, “las piezas tan solo encajarán por medio de alianzas y cooperación. Y todos tienen un papel que realizar”.

La Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023 se cerró también con acuerdos concretos. Se registraron más de 500 compromisos de gobiernos, agencias de la ONU, empresas y sociedad civil destinados a movilizar fondos, extender las mejores prácticas de gestión, crear sistemas de fuentes de datos abiertas y mejorar la educación sobre el agua. En ese sentido, la ONU aboga por un pacto para la educación que permita extender “los conocimientos, la sabiduría y una nueva forma de pensar sobre el agua, el clima, la energía y los alimentos”.

En 2016 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el período 2018-2028 como Decenio de Acción para el Agua. La conferencia recién terminada debería servir para dar un impulso decisivo al afán por conseguir cumplir con el ODS6 en 2030.

 

11/04/2023