¿Sabes que de algunas hortalizas podemos fabricar colorantes de diferentes colores? En este experimento utilizaremos la lombarda para crear colorante azul en sencillo pasos que podrás realizar desde casa.
A partir de ingredientes naturales como las frutas y verduras podemos extraer, de forma sostenible, una amplia variedad de colorantes. Estos pueden ser utilizados en comidas, manualidades e incluso para darle un toque de color a nuestra ropa. En este experimento aprenderemos a crear colorante azul desde casa. Pero, antes de empezar, necesitarás contar con los siguientes materiales:
- Agua
- Lombarda
- Bicarbonato sódico
Pasos que seguir para crear colorante casero
En primer lugar, debemos calentar agua en olla. Mientras tanto cortamos la lombarda en trozos. Una vez el agua esté caliente echamos los trozos de lombardo en su interior y la cocinamos durante 10 minutos.
Cuando veamos que el agua se vuelve de color púrpura, la vertemos sobre un recipiente y le añadiremos bicarbonato sódico. A continuación, déjalo reposar y veras como poco a poco, el agua pasa de ser púrpura a teñirse de azul.
¿Por qué ocurre esto?
Al cocer la lombarda, el agua adquiere un tono púrpura debido a la presencia de un colorante denominado antocianina. Estos pigmentos son los responsables de las tonalidades rojas, azules y moradas. Se trata de un tipo de flavonoides que cuenta con un alto poder antioxidante.
Además, una de las propiedades de la antocianina es su capacidad por cambiar de color en función de la acidez de la sustancia con la que entre en contacto. Es aquí donde entra en juego el bicarbonato sódico, un compuesto base de baja acidez. Al juntarse la antocianina y el bicarbonato sódico, el ph del líquido resultante disminuye provocando así que poco a poco el color vaya cambiando hacia un tono azulado.
De esta forma, el color purpura derivado de la lombarda se transforma en un azul que puede adquirir diferentes tonalidades en función de su acidez.
Ahora te toca a ti…¡A experimentar!
El uso de colorantes proviene de las civilizaciones antiguas que solían incorporar en su cocina sustancias naturales para dotar de color algunos alimentos con el fin de hacerlos más atractivos.
Cabe destacar que este colorante azul casero puede emplearse en el ámbito culinario como, por ejemplo, para decorar nuestros postres. Y es que los colorantes derivados de vegetales no tienen ninguna propiedades nutricional dañina para el ser humano ya que, gracias a este tipo de experimentos con agua, evitamos el uso de compuestos químicos.
Si te ha gustado este experimento y quieres seguir disfrutando de la química a través de otros sencillos experimentos, te invitamos a crear una cascada de colores y un pozo casero. Además, puede aprender cómo se produce fenómenos físicos como la refracción de la luz y cómo el agua es un auténtico conductor de ésta.
