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Arcoíris con caramelos

En este nuevo experimento casero te contamos cómo se crea un arcoíris con caramelos. Seguro que a tus hijos o sobrinos les encanta este sencillo experimento casero que, como todos los que planteamos, es la más de sencillo de hacer.

Lo que nos gustan los caramelos, ¿verdad? Nos recuerdan a nuestra infancia y sentimos cierta nostalgia cada vez que nos tomamos uno. ¿Pero sabes a quiénes más le pirran? A los niños, obviamente. Así que si tienes hijos, sobrinos o similar, no dejes de realizar este experimento casero con ellos. Se trata de un arcoíris con caramelos, que aunque lo hagas tú solo seguro que también te encanta, y no solo por el dulzor. Y es que en el plano visual queda de lo más aparente. Y si lo de los experimentos con colores son lo tuyo, tampoco dejes de probar a realizar este arcoíris líquido o este arcoíris real.

Qué se necesita para conseguir un arcoíris con caramelos

Para este experimento casero vamos a tener que utilizar un recipiente o plato, agua y caramelos. Todo muy sencillo y asequible, como podéis comprobar. Conforme más colores tengan los caramelos, es evidente que el efecto será más espectacular, por lo que intenta que haya variedad. En el vídeo puedes ver el tipo de caramelos que empleamos, pero tampoco tienen por qué ser de ese tipo, así que escoge los que más te convengan.

El proceso

De primeras colocamos los caramelos en el recipiente en forma circular, alternando los colores si puede ser (así el efecto arcoíris será más acusado y llamativo). A continuación vertemos agua poco a poco en el centro del círculo, esperamos unos segundos… ¡y se crea un arcoíris con colores!

Pero, ¿por qué?

El arcoíris surge porque el caramelo está compuesto en su mayoría de azúcar. Este, al disolverse, aumenta la densidad del agua en el centro del círculo que hemos hecho. Esto provoca una pequeña corriente de agua desde la zona con mayor densidad de azúcar a la menor, arrastrando el colorante del caramelo en el proceso.

Experimento casero: arcoíris caramelos