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Haz tus propias cerillas impermeables

¿Te gustaría aprender a fabricar tus propias cerillas impermeables? ¡Cualquier aventurero debería aprender a saber hacerlas! Además de aprender a fabricarlas en el vídeo, en este artículo te contamos la interesante historia de las cerillas y otros dos métodos alternativos para fabricar cerillas impermeables.

Hoy, como cada semana, te traemos otro de nuestros experimentos para aprender sobre ciencia de forma amena y divertida, sin necesidad de salir de casa, y para toda la familia (en este caso los menores necesitarán ayuda de una persona adulta). ¿Sabes cómo crear cerillas impermeables? Te lo explicamos en pocos y sencillos pasos, y con materiales que todos podemos encontrar en nuestras casas. Además, tras explicarte el experimento, hablaremos de la historia de las cerillas y de otras dos maneras de fabricar tus propias cerillas impermeables,

Materiales

  • Agua
  • Cerillas
  • Pintauñas

Cómo hacer el experimento

  • Cogemos unas pocas cerillas y las ‘pintamos’ con esmalte o pintauñas en la parte superior, donde se encuentra el fósforo, y dejamos secar unos minutos.
  • Metemos las cerillas en el agua.
  • Sacamos la cerilla del agua, la sacudimos un poco y… ¡se enciende!

¡Ya tenemos nuestras cerillas impermeables! Con ellas podemos sorprender a los más pequeños, pero también aprovecharlas para casos de supervivencia y futuras excursiones en familia.

La explicación para estas cerillas resistentes al agua se encuentra en el esmalte, que crea una capa impermeable que protege los fósforos del agua; y a los elementos químicos altamente inflamables que lo componen, y que facilitan la combustión.

Historia de las cerillas

Durante mucho tiempo, la forma estándar de hacer fuego fue con pedernal y acero. Al igual que con tantas ideas tecnológicas, China llegó primero y la historia de las cerillas allí se remonta al siglo VI con fósforos simples de azufre.

En la Europa de finales del siglo XVII, el descubrimiento de la inflamabilidad del fósforo pronto hizo que la gente experimentara con un medio químico para hacer fuego, inicialmente sin mucho éxito.

Podemos decir que la historia de las cerillas en Europa llegó a Francia en 1805. La primera cerilla moderna. Su mecanismo de acción era realmente aterrador: para encender la cerilla, ¡sumergías su cabeza en una pequeña botella de amianto llena de ácido sulfúrico! No hace falta decir que este primer partido no se hizo muy popular.

Finalmente, en 1830, se inventó la cerilla de fósforo blanco. Charles Sauria inventó la primera cerilla basada en fósforo blanco, sustituyendo el sulfuro de antimonio que había empleado Walker por fósforo blanco. Con esto consiguió que fueran mucho más fáciles de encender, pero daban más problemas, puesto que la toxicidad del fósforo blanco era muy elevada. Pero allá por 1830, eso era lo que usaban para encender sus puros. Las cerillas de fósforo blanco tuvieron que guardarse en recipientes herméticos por seguridad. Sin embargo se hicieron populares y siguieron siéndolo durante las siguientes décadas.

La exposición a largo plazo al fósforo blanco de los fabricantes de ese tipo de cerillas les llevó a padecer la fosfonecrosis, una enfermedad que producía un fuerte dolor de muelas e inflamación de las encías. Con el tiempo, el hueso de la mandíbula podía comenzar a mostrar un absceso. Y en casos más graves, hasta daños cerebrales importantes. Por ello en 1906 fueron prohibidas.

En 1845, Anton Schrötter von Kristelli descubrió que si el fósforo blanco era expuesto a elevadas temperaturas se transformaba en fósforo rojo. Este elemento no es tóxico, por lo que consiguió crear cerrillas sin toxicidad empleando el fósforo rojo en vez del fósforo blanco.

Otros métodos para fabricar cerillas impermeables

Saber cómo impermeabilizar fósforos estándar es una habilidad útil para cualquier amante de la naturaleza bien preparado. Existen tres métodos comunes para proteger las cerillas del agua: aguarrás, esmalte de uñas y cera de vela. Cuando las cerillas se empapan en aguarrás y luego se dejan secar, la resina impregna la madera y la hace impermeable al agua. El esmalte de uñas y la cera de velas protegen las cerillas de la misma manera, sellando la cabeza del fósforo con una capa impermeable. Elegir qué método de impermeabilización usar es una cuestión de preferencia personal y de qué elementos se tienen a mano. A continuación, describiremos las tres opciones.

Se pueden encender contra cualquier superficie rugosa, mientras que las cerillas en caja requieren que la tira de fósforo que se encuentra en la caja de cerillas se encienda.

Con cera de una vela

Coge una cera vieja, enciéndela y luego espera un poco para que se acumule un charco de cera. Ahora, tendrás que sumergir la cabeza de los fósforos en la cera girando para obtener una cobertura uniforme. Una vez que los saques de la cera, déjalos secar durante unos 20 segundos antes de colocarlos. Antes de utilizarlas, raspa un poco de cera de la cabeza de las cerillas.

Con aguarrás

Antes de trabajar con aguarrás, protege tu superficie de trabajo con papel de periódico y asegúrate de estar trabajando en un área bien ventilada. El aguarrás es un disolvente de pintura tóxico e inflamable.

Comienza llenando un recipiente pequeño de vidrio o metal con aguarrás. No utilices plástico: el aguarrás es lo suficientemente fuerte como para atravesarlo. Con el recipiente lleno, coge un puñado de fósforos y tíralos. Configura un cronómetro durante cinco minutos y deja que las cerillas absorban el aguarrás.

Después de cinco minutos, saca las cerillas y déjalos secar sobre papel. Para acelerar el proceso de secado, puedes utilizar un secador de pelo. Una vez que estén completamente secas, estarán listas para ser almacenadas y utilizadas.