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La sobreexplotación de los acuíferos

El agua subterránea es el mayor recurso de agua dulce del planeta. Sin embargo, los efectos del cambio climático y la acción humana están repercutiendo en su conservación y existencia. El ambientólogo y divulgador científico, Diego Ferraz-Castiñeiras, @Ecodiuku, analiza los principales riesgos que sufre este valioso recurso natural.

Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. En este 2022, la Organización de Naciones Unidas (ONU)  ha querido otorgar un mayor protagonismo a las aguas subterráneas, un recurso natural escaso y muy valioso que pasa desapercibido.

Un tesoro bajo nuestros pies. Así es como define la ONU a este preciado recurso que se almacena en los acuíferos. Un bien natural que cada vez es más vulnerable a los efectos del cambio climático.

Las aguas subterráneas representan un 97% del agua dulce presente en la Tierra. En algunas regiones del planeta, y en especial en aquellas con climas áridos y semiáridos, los acuíferos son la única fuente de agua para la población. Por lo tanto, como explica EcoDiuku a lo largo de esta Máster Class, este tipo de aguas tienen un rol muy importante en el abastecimiento de agua potable para la ciudadanía, pero también es vital en el desarrollo de actividades como la agricultura o la industria.

«Además, estas grandes masas de agua dulce son muy importantes para la fauna y la flora de los propios acuíferos y de los diferentes ecosistemas que se forman en torno a ríos, lagos y humedales», expresa Diego Ferraz-Castiñeiras. Y en particular, los humedales son esenciales para proteger la biodiversidad, así como para contribuir a mitigar los efectos de la crisis climática.

Este recurso de agua dulce tiene un papel muy importante como parte del ciclo hidrológico y, como indica el ambientólogo, destaca por su importancia para la seguridad alimentaria del planeta. Sin embargo, la acción humana está provocando que este recurso natural sea sobreutilizado y contaminado, cada vez, de forma más acelerada.

La sobreexplotación, un problema para los acuíferos

Las aguas subterráneas se forman a partir del agua que, desde la superficie terrestre, se filtra por los materiales porosos y permeables que componen las rocas y sedimentos presentes en el suelo. Esta agua depende, en su mayoría, de las precipitaciones y del caudal de los ríos y lagos, que abastecen los acuíferos. Porque, como destaca Ferraz-Castiñeiras no todos los acuíferos son renovables, o por lo menos no tienen una recarga lo suficientemente rápida de sus recursos. Por esta razón, su sobreexplotación es uno de los principales problemas en materia hídrica.

Esta sobreexplotación de los acuíferos se produce cuando el bombeo del agua supera su recarga, lo que está generando que los acuíferos de todo el mundo se estén secando paulatinamente. «Desde principios del siglo XXI, el caudal de los acuíferos ha disminuido de forma acelerada debido a la intensificación del regadío con agua subterránea», explica @EcoDiuku. Y es que, solo la industria agrícola depende del 40% del agua subterránea para el riego de los alimentos.

Ante esta situación, ya se estima que, para 2050, se alcancen los límites de caudal ambiental, que hacen referencia a la cantidad de caudal mínimo necesario para preservar los valores ecológicos.

El uso excesivo de agua subterránea en España 

España es el país con mayor sobreexplotación de agua de Europa. Uno de cada cuatro acuíferos del país se encuentra sobreexplotado o en riesgo de secarse. El cambio climático tiene mucho que ver, ya que las variaciones en el clima derivadas de las consecuencias de la crisis climática están provocando fenómenos cada vez más extremos y duraderos. Un ejemplo muy claro, la sequía sufrida en España en los meses de enero y febrero de 2022.

La escasez de precipitaciones es uno de los efectos climáticos más latentes en España. «Y esta situación no parece que vaya a mejorar porque el cambio climático está agravando la escasez de lluvias en nuestro país y provocará que estos periodos de sequía sean más largos y frecuentes», asegura el divulgador.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los acuíferos guarda relación con el uso excesivo del agua subterránea para fines industriales. Según explica, en la Unión Europea utiliza el 60% del agua para la agricultura. En el caso de España, este porcentaje asciende hasta el 70%.

«La ganadería intensiva juega un papel importante en cuanto a la contaminación de los acuíferos. De hecho, más del 40% de los acuíferos en España están en peligro a causa de los residuos procedentes de la industria agrícola», explica EcoDiuku.

Un efecto provocado por el bombeo excesivo de los acuíferos es el hundimiento del suelo. El 20% de la población vive en zonas con este riesgo y en algunos lugares del mundo ya sufren sus consecuencias. El caso más destacado es el de Yakarta, en Indonesia. Allí viven más de 10 millones de habitantes que están viendo como el suelo se hunde bajo sus pies. Y lo hace de una forma cada vez más rápida: en el último año, el terreno ha experimentado un hundimiento de hasta 28 centímetros. Un hecho que ha llevado a su gobernador a tomar medidas drásticas como la de crear una ciudad para evacuar a las personas afectadas.

Los acuíferos, a pesar de ser invisibles, son los encargados de mantener en pie nuestra sociedad. Y es que estos recursos no solo alimentan a la población, sino también mantienen vivos a la biodiversidad de nuestro planeta. Por todo esto, debemos cuidarlos.

ACERCA DEL AUTOR

Diego Ferraz-Castiñeiras
Es ambientólogo e oceanógrafo. Es conocido como @EcoDiuku y, en la actualidad, se dedica a la comunicación y divulgación de la crisis climática.