La sanidad vegetal, protagonista del 2020
La declaración de este Año Internacional de la Sanidad Vegetal es un claro reconocimiento a los mecanismos orientados a velar por la salud de las plantas, no solo para garantizar el futuro de la agricultura, sino también para potenciar un futuro más sostenible, mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de las personas.
¿Qué es la sanidad vegetal?
La sanidad vegetal es la protección de la salud de los ecosistemas con especial atención en las plantas. Las políticas y medidas de promoción de la sanidad vegetal son fundamentales para lograr cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las plantas constituyen el 80% de los alimentos que comemos y producen el 98% del oxígeno que respiramos. Sin embargo, su desarrollo se enfrenta a la amenaza constante de plagas y enfermedades.
Actualmente el 40% de los cultivos alimentarios mundiales se pierden cada año a causa de plagas y enfermedades vegetales, esto hace que millones de personas sufran hambre y perjudica gravemente la agricultura, según la ONU.
«Las plantas son el pilar más importante de la nutrición humana. Pero contar con plantas sanas no es algo que podamos dar por supuesto», aseguró el Director General de la FAO, Qu Dongyu durante la presentación del 2020 como el Año Internacional de la Sanidad Vegetal.
Por tanto, la sanidad vegetal debe entenderse como una forma de promover una agricultura sostenible y alineada con los ODS. El bienestar de la sociedad va ligado a la conservación de nuestro entorno y del cuidado y protección de nuestro planeta.
Acciones para proteger las plantas
El cambio climático y la acción del ser humano está poniendo en peligro la supervivencia de los ecosistemas. Como consecuencia de esto, cada vez son más frecuentes la proliferación de plagas que llegar a prosperar mermando significativamente la biodiversidad. Los viajes y el comercio internacional son un alicientes para la propagación de estas plagas y enfermedades por todo el mundo causando daños tanto en las plantas autóctonas como en el medio ambiente.
En este sentido, el cuidado y la protección de las plantas de plagas y enfermedades es mucho más rentable que hacer frente a las emergencias fitosanitarias a gran escala, según afirma la FAO. Erradicar grandes plagas supone requiere grandes esfuerzos a nivel mundial tanto de tiempo como a nivel económico.
A lo largo de este año 2020, la FAO tiene como objetivo llevar a cabo una serie de iniciativas orientadas a tomar conciencia sobre la importancia de las plantas y la salud de las personas de cara a lograr los objetivos establecidos en la Agenda 2030. Desde la organización de Naciones Unidas esperan poder alargar más alla del 2020 estas acciones de prevención y protección de las plantas.
La FAO y su Convención Internacional de Protección Fitosanitaria lideran ya los esfuerzos mundiales, por ejemplo, para asegurar que se elaboren normas internacionales sobre medidas fitosanitarias, con el fin de apoyar la sanidad vegetal y que los países se beneficien de su aplicación a gran escala.
La importancia de las plantas para el desarrollo de la ciencia
A lo largo de la historia de la humanidad, las plantas han teniendo un vital importancia para el desarrollo de la ciencia. Durante muchos siglos, las plantas han sido clave como herramienta terapéutica. Nuestros ancestros han buscado en las plantas el remedio a enfermedades o dolencias.
Con el paso del tiempo, los avances en el ámbito científico y la evolución de las tecnologías nos ha llevado a alejarnos de la “medicina tradicional” hacia un marco estrictamente farmacológico.
Los conocimientos científicos actuales y la reciente introducción de nuevas tecnologías de biología molecular están permitiendo conocer en profundidad las propiedades de las plantas para llegar a comprender cómo funcionan así como las funciones de cada una de sus propiedades. Los avances en este ámbito resultan muy relevantes de cara lograr un convivencia entre la vida de las plantas y el avance de la ciencia hacia nuevos caminos más sostenibles.