El buitre leonado, una de las aves más longevas de Europa
El buitre leonado es una rapaz inmensa e inconfundible, dotada de excelentes adaptaciones para la detección y el consumo de carroñas de gran tamaño. No hay nada de siniestro en ellos. Son inofensivos, al no querer nada que tenga aliento ni vida, y con cuánta grandeza observan la tierra desde el cielo.
La envergadura del buitre leonado es superior a los 2,5 metros, mientras que su peso oscila entre los 6 y 9 kilos. Por tanto, nos encontramos ante un carroñero que es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas.
Visto de cerca, en el aspecto del buitre leonado llaman la atención varios detalles morfológicos en la cabeza y el cuello. Sobresalen el poderoso pico, la característica cola de plumas y el largo y desplumado cuello, cubierto tan solo por un fino plumón, que se adapta perfectamente a la explotación del interior de los cadáveres.
¿Dónde vive y cuál es su hábitat?
Junto con el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche es una de las pocas especies de buitres que pueden verse en Europa, y se le puede encontrar en España, Portugal, zonas aisladas de Francia (donde ha sido reintroducido) e Italia, buena parte de los Balcanes y Crimea. A nivel global, existen 23 especies de buitres, de las que 16 están amenazadas e incluidas en la lista roja de la UICN.
España es uno de los países con el 90% de las poblaciones de buitres de la Unión Europea y, en concreto, la península ibérica es una de las regiones con mayores concentraciones de buitre leonado. Datos de SEO Bird Life se estiman en Castilla y León, Aragón y Andalucía. Aunque si hubiera que destacar algunas zonas concretas, estas serían las Hoces del Río Duratón, las Hoces del río Riaza, Arribes del río Huebra y las poblaciones, entre otras, del Cañón del río Lobos, del valle del Rudrón, Alto Jalón, Campo Taranz, parameras de Maranchón, altos de Barahona y del parque natural del Alto Tajo.
Las poblaciones de esta carroñera ave sufrieron importantes declives en la primera mitad del siglo XX como consecuencia del veneno y la persecución directa, pero desde la década de 1960 la recuperación fue rápida y se pasó de las 2.283 – 3.240 parejas estimadas en 1979 a las 7.529 – 8.074 parejas calculadas para 1989; una década después, las cifras se duplicaron, quizá en parte como consecuencia de la mejor cobertura alcanzada en los censos más recientes.
El buitre leonado volando
El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora. Apenas mueve las alas en el aire, permaneciendo cernido en las altas corrientes durante las horas de más calor del día. Prefiere levantarse sobre corrientes ascendentes que se corresponden con fenómenos aerológicos que levantan grandes masas de aire caliente.
Cualquiera puede observar al buitre leonado volando varias horas entre alturas de 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Aunque en días excepcionales puedan llegar a los 6.000 metros sobre el nivel del mar y recorriendo desde 50 kilómetros a 300 kilómetros según la potencialidad convectiva del día. Y siempre a la búsqueda de animales muertos (especialmente grandes mamíferos) de los que alimentarse.
Cabe destacar a modo de curiosidad que Hércules los tenía por buena señal cuando iniciaba una empresa. Pero fue Plutarco el que escribió que “de todos los animales es el menos dañino, (…) porque se dice que no mata ni aún ofende a nada que tiene aliento”.
Por último, debido a su espectacular recuperación demográfica, el buitre leonado no cumple actualmente los criterios para ser incluida en la lista roja de especies amenazada, pero si aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial con el objetivo de tratar de seguir contando con una saludable población de buitres leonados. Para lograrlo es importante centrar los esfuerzos en mantener un control del estado de la especie mediante censos periódicos, así como con atajar radicalmente el uso ilegal de venenos y con adoptar algunas medidas tendentes a flexibilizar tanto la legislación referida al tratamiento de restos de animales domésticos, como a la relacionada con la gestión de vertederos y muladares.