Leonardo da Vinci y el estudio del flujo del agua
Quinientos años después de la muerte del artista y erudito Leonardo da Vinci, el estudio del agua que realizó más polifacético del Renacimiento italiano resulta todavía a día de hoy digno de mención. Su interés por el comportamiento del agua le convirtió en merecedor del apodo «Maestro del Agua». Este sobrenombre aparece incluso en los registros del gobierno florentino.
Una de los proyectos que le encomendaron los florentinos fue el desvío del río Arno lejos de Pisa, que en ese momento era una ciudad enemiga de Florencia. El objetivo: dificultar el acceso a la ciudad a través del mar. En este caso, el estudio del flujo del agua se convertiría en una forma de ejercer poder. En este sentido, Leonardo da Vinci dejó constancia de su preocupación por el poder del agua.
Leonardo da Vinci quería comprender el reflujo y el flujo de las mareas, los orígenes de los ríos y océanos y el ciclo del agua. También se interesó por entender los temibles efectos del agua en la erosión, las inundaciones, la lluvia y las tormentas. El agua era una fuerza poderosa que inspiraron algunas de las invenciones del erudito italiano.
«Maestro del Agua»
Entre la vasta gama de fenómenos que Leonardo exploró y describió se encuentra el comportamiento de los líquidos. Ahora, en el Codex Leicester de Leonardo da Vinci, una nueva edición en cuatro volúmenes del cuaderno científico de 72 páginas, compuesta después de 1508, el historiador de la ciencia Domenico Laurenza y el historiador del arte Martin Kemp, muestran mostramos cómo sus ideas revolucionarias sobre dinámica de fluidos operaron en el contexto específico del llamado cuerpo del mundo.
Algunas páginas del códice tratan de las teorías de Leonardo sobre el paso de la luz del Sol a la Tierra y a la Luna. También abordan sus reflexiones de los mares. Sin embargo, la mayor parte del cuaderno está dedicado al estudio del agua en movimiento, en mares, ríos y canales en forma de vene d´aqua (venas de agua), en la superficie de la Tierra y bajo ella. El principio que subyace en el pensamiento de Leonardo es el del micro y macrocosmos. Da Vinci veía al cuerpo humano como un «mundo inferior», que refleja las formas y funciones del mundo en general.
Científicos anteriores, como el astrónomo y geógrafo romano del siglo II, Ptolomeo, habían considerado que la Tierra estaba experimentando cambios relativamente locales. Sin embargo, Leonardo consideraba que se habían producido vastas transformaciones desde tiempos anteriores. En sus teorías geológicas, las secciones de la corteza terrestre se derrumbaron, transformando violentamente la relación entre la tierra y el agua. A medida que los centros de gravedad cambiaban, partes de la corteza se extrudían para formar tierras y montañas.
Trabajos de Leonardo da Vinci sobre el flujo del agua
Da Vinci realizó experimentos de laboratorio a través de modelos físicos muy ingeniosos. Sus trabajos muestran análisis sobre el comportamiento del agua que combinan las teorías matemáticas del movimiento con la observación aguda.
Por ejemplo, propuso observar lo que le sucede a un objeto móvil en la parte inferior del tanque cuando una corriente de aire sopla a través de una abertura rectangular en un extremo. Justo por encima de la superficie del agua, encontrando que el objeto se movería en dirección opuesta al viento.
En otro dibujo, muestra cómo da Vinci estudió la confluencia de dos ríos y que «lo que sucede con los lechos … se puede demostrar con un simple experimento usando arena«. Creó un modelo de laboratorio del agua que interactúa con su lecho arenoso.
En otro, proponía hacer un modelo experimental de escala proporcional de los abismos y mares del Mediterráneo. Su objetivo era la reconstrucción de los procesos geológicos antiguos con los principales ríos. Especuló que el Estrecho de Gibraltar se ampliaría con el tiempo, permitiendo que el Mediterráneo se convirtiera en un río poderoso, en una extensión del Nilo.