¿El «agua» es femenino o masculino?
¿La palabra «agua» es masculino o femenino? Y es que a veces la lengua resulta confusa, ya que la mayoría de palabras de género femenino en español vienen precedidas por «la». Sin embargo hay excepciones, y esta es posiblemente más importante de nuestro idioma. Y aunque es una palabra tan importante y usada, no solo en el español, en general, resulta curioso que muchas personas cometan este error.
Existe un caso similar, pero a la inversa, se trata de la palabra «moto», nadie dice «el moto». Sin duda es un misterio sin resolver. A veces, el género de las palabras puede resultar confuso, por lo que en este artículo responderemos a algunas de las dudas más frecuentes sobre palabras relacionadas con el mundo del agua.
Entonces, ¿»agua» es masculino o femenino?
El sustantivo «agua» es de género femenino, pero al comenzar por «a» tónica -en la que recae el acento- se utiliza la forma del artículo en singular por razones de fonética histórica, según la Real Academia de la Lengua (RAE). Esta regla solo opera cuando el artículo antecede inmediatamente al sustantivo. De ahí que digamos «el agua«. Pero si entre el artículo y el sustantivo se interpone otra palabra, la regla queda sin efecto. De ahí que se deba decir «la misma agua».
Cuando la palabra agua está precedida del indefinido una toma generalmente la forma «un». Asimismo, los indefinidos alguna y ninguna pueden adoptar en estos casos las formas apocopadas (algún agua, ningún agua) o mantener las formas plenas (alguna agua, ninguna agua).
Si ponemos la palabra en plural, si identificaremos la marca femenina cuando aparecen en plural. Este es un fenómeno que no es exclusivo a la palabra «agua», puesto que muchas otras palabras del español se rigen por a misma norma. Por ejemplo, «águila» o «área» experimentan los mismos cambios.
En ese sentido, hablaríamos de las águilas, las áreas, las aves, unas hadas, unas almas, etc. Por otro lado, si interponemos algún tipo de palabra entre el artículo y el sustantivo, volverá a aparecer la marca del femenino: Por ejemplo, si hablamos: el hada/la mágica hada, el área/las peligrosas áreas. Este uso se da, asimismo, con algún y ningún: algún alma, algún hada, algún aula, algún hacha, ningún alma, ningún hada, ningún aula, ningún hacha.
Por su parte, el indefinido una toma generalmente la forma un cuando antecede inmediatamente a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica: un área, un hacha, un águila (si bien no es incorrecto, aunque sí poco frecuente, utilizar la forma plena una: una área, una hacha, una águila).
Concordancia de la palabra
Puesto que estas palabras son femeninas, los adjetivos deben concordar siempre en femenino: el agua clara, el agua limpia, el agua dulce. Con los demostrativos este, ese, aquel o con cualquier otro adjetivo determinativo, como todo, mucho, poco, otro, etc., deben usarse las formas femeninas correspondientes: esta agua, aquella misma agua, toda el agua, mucha agua… Por eso hay que decir, cuando se hable de nosotros mismos, «La Fundación del Agua» y no «La Fundación de la Agua».
Existen otros casos en que la lengua española muestra una gran flexibilidad a la hora de referirse a las palabras relacionadas con el agua. Piensa en la palabra «mar»… ¿dirías que es una palabra masculina o femenina? En este caso, la respuesta es ambas.
El uso de los dos géneros está aceptado por la RAE, por lo que la palabra «mar» es de género ambiguo. Lo normal hoy es usar mar como masculino (el mar). Sin embargo, también es un uso extendido y considerado como válido hacer uso como femenino en algunos contextos y expresiones: entrar en alta mar, etc.