“Siendo optimistas, la vacuna podría llegar en primavera o verano”, así se manifiesta José Antonio López Guerrero, director del grupo de Neurovirología del Departamento de Biología Molecular de la UAM, en esta entrevista en la que nos habla de cómo va a evolucionar la pandemia.
José Antonio López Guerrero recuerda que con ocho años se pasaba horas mirando a las estrellas y con diez se divertía haciendo fórmulas en el suelo con un palo. Su vocación por la ciencia le llevó a estudiar biología y a hacerse virólogo. Hoy es profesor de Microbiología en el Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y director del grupo de Neurovirología del mismo departamento.
Lopez Guerrero expresa que lo de querer transmitir ciencia le ha perseguido desde la adolescencia. Hoy está considerado como uno de los mejores divulgadores científicos de nuestro país y varios premios así lo avalan. Su rostro se ha convertido en habitual en distintos medios durante la pandemia. Su actividad investigadora también se ha visto desbordada. Aparte de su proyecto sobre herpes, su laboratorio abrió dos líneas de investigación de este coronavirus, una dirigida al estudio de agentes viricidas y otra en la que se están ensayando hasta cinco antivirales.
Desde su faceta de divulgador científico se muestra perplejo ante la desinformación que está generando esta pandemia y sus consecuencias “un campo abonado para historias conspiratorias y pseudoterapeutas que se enriquecen con remedios que muestran como milagrosos pero que acarrean importantes riesgos”. También advierte de que la confrontación política crea entre la ciudadanía “una desafección y de aquí a la desobediencia y a la indisciplina hay un paso”.
Pregunta: ¿Por qué España está siendo uno de los países más golpeados por la pandemia?
Respuesta: España tiene muchas singularidades. Es un país con alto índice de paro, eso significa que muchos trabajadores no pueden permitirse el lujo de dejar de ir a trabajar y tengan reticencias para hacerse una PCR. Los jóvenes en España tienen los índices de desempleo más altos en Europa y esto significa mucho tiempo libre, mucho ocio. Por otra parte, somos una sociedad que viven en pocos metros cuadrados varias generaciones. Somos un país que ha apostado por el turismo y por el ocio y cuesta mucho poner medidas rigurosas.
El enfrentamiento político crea desafección e incredulidad y eso también implica incumplir las normativas. Hemos entendido muchas de las normativas al revés. Cerramos parques, pero tenemos bares abiertos. Fuimos de los primeros países en proponer la mascarilla en la calle, pero cuando entramos en los sitios cerrados que es donde el virus se puede hacer fuerte, lo primero que hacemos es quitárnoslas. Nos falta reforzar el rastreo de los casos, reforzar la sanidad primaria, apostar por la tecnología, hacer rastreos de aguas residuales como forma de ver los aumentos y los efectos del confinamiento durante la pandemia.
P: ¿Qué va a ocurrir en Navidad?
R: No lo vamos a olvidar. Seguramente vamos a llegar en condiciones bastante malas desde el punto de vista epidemiológico. Hay opciones de intentar mejorar. Estamos a tiempo con medidas drásticas que van a incidir mucho sobre grupos empresariales ya dañados. Hay que hacer fuertes confinamientos. Hay estudios que hablan de confinamientos drásticos, rotundos pero breves.
Tendremos diferentes vacunas contra el coronavirus que irán avanzado
Una semana para producir lo que se llama la desconexión del virus. Mucho me temo que actuamos en toda Europa de forma contundente y contundente significa por desgracia atacar a aquellos sectores que ya están debilitados o vamos a tener unas Navidades complicadas. De todas formas, aunque bajáramos la incidencia, la prudencia nos va a hacer tener ya las precauciones de las que ya está hablando. Mantener el distanciamiento social, reuniones casi de no mas de seis en los domicilios, mucha ventilación, suspensión de fiestas.
P: ¿Llegará pronto la vacuna?
R: Para este invierno creo que no. Esta la de Moderna que dice que va muy bien. Y nos dicen que la estadounidense-alemana Pzifer-BioNTech por el momento no ha tenido ningún contratiempo. Fabricarla, evaluarla, que pase todos los controles, todas las aprobaciones, todas las acreditaciones pertinentes lleva un tiempo.
Seguramente será una vacuna que no esté al alcance de todos, sino que se elijan poblaciones muy específicas y altamente vulnerables. Hay muchos caballos vacunales que están ahora corriendo. Hay más de cien proyectos y de ellos una docena en fases avanzadas.
Seguramente tendremos diferentes vacunas contra el coronavirus que irán avanzando. Quizá las primeras no sean las más efectivas. Quiero pensar que nunca se había invertido tanto en tan poco tiempo para un fin tan inmediato. Quiero pensar que acabaremos teniendo una inmunidad de rebaño artificial a través de vacunas. Siendo optimistas podemos hablar de primavera o verano. La OMS dice que a lo mejor hasta finales de año o principios del siguiente no las tendremos con más seguridad.
P: ¿Por qué crece el número de personas que cuestionan e incluso rechazan la vacuna?
R: Se duda de aquello que se desconoce. Se duda de aquello sobre lo que no hay una información en la que se rema cien por cien en la misma dirección. Dentro de los hitos más importantes de la humanidad podría mencionar tres: la vacunación, la potabilización del agua y las revoluciones verdes.
Los grupos antivacunas han visto un filón ahora con el SARS-CoV-2. Es cierto que estamos en una situación de emergencia especial, en una situación extraordinaria donde estamos acortando los plazos de fabricación de una vacuna de 10 años a prácticamente un año.
Conseguir un antiviral que sea efectivo contra el virus, sin que dañe a la célula que infecta es complicado
Yo mismo he mostrado una desconfianza sobre si se van a poder cumplir los plazos que se están dando desde el Ministerio de Sanidad, pero no muestro mi desconfianza en que si llega una vacuna va a ser segura.
Lo estamos viendo ya, cuando surge algún fallo, se están paralizando esos ensayos hasta que se averiguan las causas. Significa que el sistema funciona, que el sistema es transparente, que los centros de vigilancia epidemiológica funcionan. Hay que decirle a la ciudadanía que, si finalmente la vacuna llega al mercado, se tiene garantizada la evaluación de los centros de control de ese tipo de medicamento.
P: ¿Hemos puesto demasiado el foco en la vacuna? ¿Se debería potenciar más la búsqueda de tratamientos eficaces?
R: Los tratamientos antivirales son muy difíciles de conseguir porque los virus son parásitos intracelulares obligados, dependen del metabolismo de la célula. Conseguir un antiviral que sea efectivo contra el virus sin que dañe a la célula que infecta es complicado. De hecho, hay pocos efectivos.
Hemos tenido la suerte que contra la hepatitis C se han generado algunos tan efectivos que incluso se especula que podría ser el primer virus que se podría erradicar no con vacuna, sino con antivirales. Lo bueno que tiene un antiviral es que de alguna forma se puede probar por uso compasivo antes que las vacunas en personas muy enfermas que no tengan otra alternativa terapéutica. Eso de alguna forma puede hacer avanzar. Se hizo con el EBOLA, con el VIH en su momento y ahora se puede hacer con el SARS-CoV-2.
Hay muchos ensayos con antivirales y seguramente alguno de ellos antes incluso de una vacuna final definitiva pueda estar en el mercado. Ahora lo último que está difundiéndose es un anticancerígeno que es la aplidina donde está detrás una la empresa española PharmaMar. Los ensayos que están haciendo parecen prometedores.
Tienen una potencia antiviral hasta más de 1.000 veces que el remdesivir. A día de hoy, eso parece que es decir poco, porque según los últimos análisis el efecto del remdesivir podría acercarse al cero. Pero bueno, cuando se dijo esto el remdesivir, sí era una de las terapias de preferencias en los hospitales junto a la dexametasona.
P: ¿Qué está ocurriendo con los aerosoles?
R: Cada vez hay más experimentación, más estudios, más certeza de que es una de las fuentes más importantes en la transmisión del virus. El porcentaje de transmisión para un virus respiratorio a través de gotículas de flugge y aerosoles de diferentes tamaños (hablamos de micras ya, de milésimas de milímetros) está todavía en estudio. La OMS cada vez está más convencida de que por ahí van los tiros. Creo que ya nadie duda de que los aerosoles juegan un papel. Cuánto no se sabe.
¿Setenta partículas virales en un litro de aire es suficiente para infectar a una persona? ¿Durante cuánto tiempo hay que estar expuestos a estos aerosoles para que una persona se infecte de forma productiva?
Todo este tipo de cosas aún están en investigación. Se habla en torno a las mil partículas infecciosas de virus para producir un contagio. Son cifras especulativas. Al virus le da igual lo que especulemos con él. Todavía el virus se comporta con bastante capricho y está demostrando ser estratega en la diseminación entre asintomáticos algo que no hacia su primo hace 20 años el SARS-COV-1.
P: ¿Esta variabilidad de datos contribuye a crear desconfianza en la ciudadanía?
R: Estamos viendo la pandemia, como en los últimos diez años nos hemos acostumbrado a ver las guerras. Prácticamente, estamos viviendo a tiempo real las investigaciones que se están haciendo en los laboratorios. Lo que hay que decirle a la ciudadanía es que eso es la ciencia. Lo que es inmutable, lo que no varía con el paso del tiempo es la pseudociencia.
La ciencia va avanzando y lo hace con las verdades relativas en cada momento. Eso se llama el principio de falsación. La sociedad tiene que comprender que este es un momento crítico y que los científicos están trabajando como nunca en la historia de la humanidad. Gracias a eso infectarse hoy de coronavirus no tiene las mismas consecuencias que hace un mes.
P: ¿Este virus ha llegado para quedarse?
R: Sí, esto está claro. Eso lo desconocíamos al principio porque todo lo extrapolábamos al SARS-COV-1. Pero es un virus distinto y ha sido un gran estratega de la guerra vírica. Ha sido capaz de mutar lo suficiente para entrar de forma sibilina a través de la famosa proteína de la espícula.
Lo hace de forma asintomática y puede difundirse ampliamente, infectando las vías respiratorias superiores e inferiores. Juega con la respuesta inmunológica, de forma que hay pacientes que lo vencen rápidamente, otros conviven con él incluso durante meses, en otros reaparece.
Realmente es un estratega que está aprendiendo de nosotros mucho más rápido que nosotros de él, y todo hace pensar que acabará conviviendo con nosotros, seguramente en armonía, en un equilibrio llevadero por las dos partes.
Probablemente, como ya se está viendo en algunas mutaciones específicas, terminará mutando y adaptándose para tener menor tasa de letalidad y todo hace pensar que se convertirá en un virus endémico respiratorio y estacional.
P: ¿Los virus se han convertido en nuestros grandes enemigos?
R: No, ni tampoco las bacterias. El 99% de los virus y de las bacterias viven a espaldas nuestras o ison beneficiosos. No podríamos vivir sin bacterias. Tenemos más bacterias que células en el cuerpo y casi siempre son simbióticas con nosotros y los virus igual. Los virus han evolucionado con nosotros.
Ellos quieren sobrevivir y tienen sus genes egoístas que quieren perpetuarse y normalmente lo hacen en equilibrio con las células que infecta. Un retrovirus seguramente se unió a nosotros y cambio la historia de la evolución haciendo que la forma de procrear fuera diferente. Seguramente somos mamíferos por los virus.
Hay virus que se pueden incluso utilizar como herramienta contra muchas enfermedades bacterianas. Hay más de 7.000 especies de virus y otras tantas por caracterizar y hay apenas unos cuantos de cientos que pueden causar algún tipo de patología. A ellos no les interesa matarnos porque son parásitos obligados. Les interesa alcanzar un equilibrio. Si tengo que apostar por la violencia de forma cognitiva y con conciencia, no hay ninguna especie más dañina en la Tierra que la nuestra.