Microrrelatos

SANTO REMEDIO

– Le recetaré amoxicilina- dijo el médico a su paciente.
– ¡Otra vez amoxicilina!- protestó la bacteria joven.-¡Estoy harta!
– ¿De qué te quejas?- preguntó su compañera, más avezada.- Con los años hemos aprendido a defendernos. Que la usen, nomás. Mejor para nosotros.- Sacó un frasquito de su bolsillo.- Toma.
-¿Pe…nicili…nasa?- leyó con dificultad la bacteria joven.
– Sí. Santo remedio.
Más tarde, las moléculas del antibiótico comenzaron a ingresar al estómago del paciente disimuladas en un jarabe.
– Perfecto.- Sonrió la bacteria experimentada.
– Qué sabor horrible tiene este jarabe- dijo una voz humana.- Todo sea por curarse.