Adaptar las presas hidráulicas a los impactos del cambio climático

Las presas son infraestructuras críticas cuyos beneficios van más allá de la producción hidroeléctrica; también proporcionan protección frente a avenidas, un suministro de agua fiable y una adaptación al cambio climático como ninguna otra fuente de energía renovable. Una gestión adaptada de su seguridad debe cumplir los criterios de resiliencia y sostenibilidad en el futuro.

Tradicionalmente, la gestión de su riesgo y la definición de estrategias de adaptación en la toma de decisiones han asumido la invariabilidad de las condiciones climáticas a las que están sometidas las presas. Sin embargo, se espera que el cambio climático comprometa su seguridad, lo que puede socavar su correcto funcionamiento. Es, por tanto, necesario que los propietarios y operadores de estas infraestructuras adapten sus estrategias de gestión y adaptación a medio y largo plazo a los nuevos escenarios climáticos.

El objetivo principal de la tesis «Adaptation strategies of dam safety management to new climate change scenarios informed by risk indicators» fue el desarrollo de una metodología para incorporar los impactos del cambio climático en la gestión de la seguridad de presas y en el apoyo a la toma de decisiones, incorporando la incertidumbre asociada a los nuevos escenarios climáticos. Esto permite reforzar la resiliencia de estas infraestructuras hidráulicas frente a eventos extremos, así como priorizar las inversiones en medidas de reducción de riesgos.

Una metodología para adaptar la seguridad de las presas 

La metodología propuesta en la tesis se basa en las técnicas de análisis de riesgos y las completa para abordar de manera eficiente estos objetivos.

En primer lugar, el impacto del cambio climático en la seguridad de presas se estructuró utilizando modelos de riesgo y basándose en una extensa revisión bibliográfica sobre sus potenciales efectos multidisciplinares y sobre las técnicas existentes para evaluarlos. Esto permitió establecer un enfoque que incorporase la evolución futura del riesgo, para lo cual se definió un nuevo indicador que cuantifica la eficiencia a largo plazo de las medidas de reducción de riesgo. Su aplicación evitaría, por ejemplo, priorizar medidas que ya no sean necesarias en el futuro o excluir medidas que, pese a no ser relevantes actualmente, podrían reducir eficientemente el riesgo futuro.

Además, para integrar la incertidumbre de los escenarios futuros en la toma de decisiones, se propuso una estrategia que permite establecer las secuencias óptimas de implementación de medidas correctoras para la adaptación al cambio climático. A pesar de las dificultades para asignar probabilidades a eventos específicos, con esta metodología se puede realizar un análisis sistemático y objetivo, reduciendo considerablemente la subjetividad en las decisiones.

La metodología se implementó sobre un caso de estudio real de una presa española sometida a los efectos del cambio climático. Esta es la primera aplicación documentada de un análisis exhaustivo de los impactos del cambio climático sobre el riesgo de rotura de una presa que sirve como marco de referencia para la definición de estrategias de adaptación a largo plazo y la evaluación de su eficiencia.