Tesis del agua
Políticas públicas de infraestructuras verdes para la gestión territorial y lucha contra la despoblación andalucía.
Tras la epidemia del COVID-19 se ha puesto de manifiesto que los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad, no son sólo un problema ecológico si no también económico e incluso sanitario. Por eso, en este nuevo contexto, adoptan un enorme protagonismo en el ámbito de la gestión ambiental las conocidas como Infraestructuras Verdes.
En esta tesis, por medio de un modelo de análisis espacial basado tanto en indicadores ambientales como socioeconómicos, se presenta para Andalucía una propuesta de metodología dirigida a identificar y valorar los servicios ambientales prestados por estas infraestructuras verdes a escala municipal.
Posteriormente, a partir de los resultados obtenidos, se proponen estrategias de gestión pública de promoción de estas infraestructuras útiles para la gestión territorial en situaciones en las que existan determinados contextos ambientales, demográficos y económicos. Los resultados ponen de manifiesto la existencia en Andalucía de dos realidades ambientales y sociales contrapuestas.
Por un lado, una franja litoral y grandes zonas metropolitanas más desarrolladas, en donde se concentran la mayor parte de la población de la región, con unas infraestructuras verdes degradadas y contaminadas como consecuencia de los grandes cambios de uso del suelo producidos en las últimas décadas. Ante esta situación, se propone la puesta en marcha de actuaciones dirigidas a recuperar las funciones ambientales de estas zonas.
Con relación a ello, el estudio de las políticas públicas llevadas a cabo en las zonas de agricultura intensiva de Almería ha puesto de manifiesto la necesidad de apostar decididamente por una nueva cultura del agua a escala regional y local, cuya prioridad sea tanto la recuperación de las infraestructuras verdes como el fomento de la reutilización y desalación con energías renovables.
En contraposición, en las zonas rurales de Andalucía se ubican las infraestructuras verdes claves para la totalidad de la sociedad andaluza, dado el papel que desempeñan para la protección frente a patógenos y epidemias, el control de la erosión y avenidas, la regulación de la cantidad y calidad del agua, el reciclado de nutrientes, la regulación del clima o el suministro de espacios de ocio y de recreo.
Estos servicios ambientales están íntimamente relacionados con la persistencia de usos tradicionales del suelo de base ecológica, que están en franca regresión como consecuencia de la pérdida de población de sus áreas interiores y de montaña.
En consecuencia, los mecanismos de financiación pública en la región deben tener en cuenta estos desequilibrios demográficos, así como, posibles compensaciones por prestación de servicios ambientales, que deben estar dirigidas a garantizar la igualdad de oportunidades y el blindaje de servicios públicos esenciales en estas zonas rurales.