Microrrelatos

Reparación

Mi abuelo dormitaba en el sofá con la tele encendida. Le gustaba oír a “esa” gente en
casa, decía. El ya no me reconocía pero yo a él si. Ese día me acerqué y le
dije entusiasmado: Yayo,  se lo que quiero estudiar: Biología molecular.
Volvió la cabeza y me miró como nunca antes, quizá por el tono de mis palabras.
Respondió: uno de los que habla ha dicho que se puede meter en mi cabeza y repararla, nada me gustaría más que pudieras hacerlo tú. Besé en la frente a mi abuelo y me juré intentarlo.