Microrrelatos

Emprendedor

–  Unas
pocas palabras con hache, alguna excepción a las reglas de acentuación (los hiatos
fascinan a los catedráticos), un par de problemas con fracciones y poco más… –
intento tranquilizarlo.

Me mira angustiado.

– Es la nueva ley: nadie puede usar un móvil
más inteligente que sí mismo. Siéntate y te hago la prueba. En un momento te
llevarás un teléfono a tu medida.

Es el enésimo cliente que huye espantado.
Contemplo desolado las vitrinas llenas de aparatos de última generación.