Microrrelatos
Álgebra
—Las cosas ya no son como eran, querida Siete.
—Me doy cuenta, mi amado Tres. Todo va a peor.
Tres y siete charlaban sentados uno junto al otro. Ella, como siempre, en el banco de las unidades.
—Ahora vienen con eso de la igualdad. Que todos tenemos derecho a amarnos, que por qué un número no puede unirse a una letra. —dijo Tres, indignado.
—¡Y querrán llamar a eso matrimonio! — exclamó Siete
—Seguro, Siete, pero no lo es. Que lo llamen de otra forma, no sé… Monomio.