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Ornitología: mi afición por los pájaros

11 de Septiembre de 2015
ornitología, mi pasión por los pájaros
Jo

Ver los grandes bandos de patos atravesando los cielos de otoño. Escuchar el melodioso canto del mirlo desde la espesura del bosque. Aguardar la presencia del martín pescador parapetado tras los arbustos de la orilla del río. Admirar los colores africanos del abejaruco, la elegancia de la golondrina o la majestuosidad del buitre me proporcionaba el mejor de los entretenimientos. Desde entonces no he dejado de perseguir a los pájaros con la mirada. Por ello, a día de hoy, la ornitología de campo sigue siendo mi principal afición.

La ornitología, mi gran afición

Estudiar a las aves, sus costumbres y diferencias, continua centrando buena parte de mi tiempo libre. Una devoción que comparto con el resto de socios de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife). De ella me hice socio hace ya casi cuarenta años.

Sigo con la misma fascinación por la observación de los pájaros en libertad y continúo emocionándome y sintiendo aquella satisfacción que despertaban en mí cuando era un niño y aprendí a ponerles nombre al verlos. Porque todos son fascinantes: desde el abundante y ubicuo (aunque cada vez menos) gorrión común hasta la más esquiva de las rapaces.   

Pero no piensen que soy un bicho. La ornitología de campo tiene millones de seguidores en todo el mundo. Gentes de todas las edades y clases sociales, desde niños a personas muy mayores, que salen al campo con el simple propósito de observar a los pájaros, disfrutar de su presencia en libertad y anotar su belleza. Y es que la ornitología, la afición por las aves silvestres, es una de las especialidades de las ciencias naturales con más devotos.  

¿Por qué nos atraen tanto los pájaros?

 Quizá sea por la sensación de libertad que nos transmiten con su capacidad de volar y desplazarse por el aire a largas distancias, sin atender fronteras ni exhibir visados. O tal vez por la belleza natural de sus plumajes, sus elegantes siluetas o sus melodiosos cantos. En cualquier caso, ya sea por una de esas cualidades en especial o por todas ellas juntas, lo cierto es que el ser humano siente desde antiguo una fuerte atracción por la observación de las aves salvajes. Una atracción que, desde el ejercicio de la razón, debería impulsarnos a todos a protegerlas. 

Les invito desde aquí a iniciarse en la afición por la ornitología. Solo necesitarán unos prismáticos ligeros (8 x 30, lo más luminosos que encuentren, no paguen más de 100 euros), una guía de campo y un cuaderno en el que tomar nota de las observaciones. Una vez equipados déjense llevar por la curiosidad cuando salgan al campo, sean discretos en el comportamiento, fíjense en los árboles antes de ver el bosque, eleven de vez en cuando la vista al cielo y permanezcan atentos a sus reclamos. Estoy seguro de que si lo prueban se engancharán a la afición por los pájaros, que es una de las mejores maneras de engancharse a la naturaleza y a la vida. Ya me contarán. 

Divulgador ambiental, naturalista y escritor. Colaborador habitual de TVE, TV3, La Vanguardia y Onda Cero.

ACERCA DEL AUTOR

José Luis Gallego
Divulgador ambiental, naturalista y escritor. Colaborador habitual de TVE, TV3, La Vanguardia y Onda Cero. http://www.ecogallego.com/