Para llevar a cabo este experimento necesitamos: una botella de cristal vacía y una moneda.
Introducimos la botella en el congelador durante un hora y mojamos en un vaso de agua la moneda. A continuación, colocamos la moneda en la boquilla de la botella y…¡la moneda salta!
Pero, ¿por qué?
La moneda parece que ‘salta’ porque se encuentra en la vía de escape del aire que hay en el interior de la botella. Al calentarse el aire hace que aumente la presión interna. Por lo que se dirige a la boca de la botella donde se encuentra la moneda.