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La lancha de noe

2 de Octubre de 2014

La organización ecologista WWF acaba de presentar su Informe Planeta Vivo correspondiente a este año, un trabajo de investigación en el que se evalúan tanto la salud del planeta como el impacto de la actividad humana sobre la Tierra considerado como documento de referencia a nivel internacional.

Y a tenor de lo que nos cuentan los expertos de WWF la crisis medioambiental que afecta a los recursos naturales del planeta no hace sino agravarse, resultando especialmente inquietante el apartado dedicado a evaluar el retroceso de la biodiversidad, es decir de los otros: el resto con los que compartimos existencia y que vuelan, nadan, reptan o excavan a nuestro alrededor y que sufren nuestras agresiones al planeta.

Es cierto que las especies no son un continuo. Gracias a los trabajos de Malthus, Lyell, Wallace y Darwin (el más listo, o quizás el más pillo) sabemos que la evolución de las especies es una carreras de relevos. Los científicos nos dicen también que la Tierra ha padecido a lo largo de su historia no menos de cinco períodos de extinciones masivas. Detrás de algunos de esos períodos se apuntarían como causa directa los cambios en las condiciones climáticas, en la estructura terrestre (como consecuencia de la dinámica de placas), las grandes erupciones volcánicas o incluso el impacto de meteoritos: la causa que motivó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años.

Sin embargo todo parece apuntar a que nos hallamos en los inicios de un sexto período de extinción y que en este caso el meteorito somos nosotros.

Hace unos años el gran entomólogo norteamericano Edward O. Wilson, naturalista de prestigio e investigador de la Universidad de Harvard, alertaba de que el ritmo actual de extinción estaría rondando las 30.000 especies anuales. Por otro lado el zoólogo marino Philippe Bouchet, profesor del Museo Nacional de Historia Natural de París, cifraba en 15.000 el número de especies que los sistematizadores describen cada año. De ser ciertas ambas cifras estaríamos perdiendo exactamente el doble de las especies que descubrimos, lo que confirmaría la teoría de la sexta gran extinción.

Pero es que no solo desciende el número de especies, sino que, tal y como señala el informe de WWF, también se está produciendo un acusado retroceso de sus poblaciones a escala global y de manera muy destacada en las regiones tropicales, donde se dan los mayores valores de biodiversidad.

El Índice Planeta Vivo (IPV) ha estudiado la evolución de más de 10.000 poblaciones diferentes de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. Todas ellas han disminuido significativamente hasta alcanzar una media del -52 por ciento desde 1970. Dicho de otro modo: en menos de dos generaciones humanas el tamaño de las poblaciones de animales vertebrados se ha reducido a la mitad.

Si a este dato unimos el de que las especies de agua dulce han disminuido más de tres cuartas partes y las marinas casi un 40% podemos concluir que el estado de la biodiversidad mundial está peor que nunca.

Si se cumplen los pronósticos de los científicos, a Noe le bastaría una lancha para volver a intentarlo.

ACERCA DEL AUTOR

José Luis Gallego
Divulgador ambiental, naturalista y escritor. Colaborador habitual de TVE, TV3, La Vanguardia y Onda Cero. http://www.ecogallego.com/