Conoce al jaguar o yaguareté, el felino más grande de América
En el mundo existen 41 especies reconocidas de carnívoros de la familia de los felinos, agrupados en distintas subfamilias y géneros, desde los pequeños gatos monteses europeos hasta los imponentes tigres asiáticos, los temibles leones africanos o los velocísimos guepardos de las estepas asiáticas y las sabanas africanas.
Estos carnívoros se distribuyen por todos los continentes y por distintos tipos de ecosistemas y siempre han atraído la atención humana. Ya sea por su belleza y elasticidad, por su ferocidad y peligro o, de modo contrario, por la ternura y cercanía que ofrecen los gatos domésticos, versiones amables y pequeñas de estos eficientes predadores.
De entre todos los miembros de la familia Felidae distribuidos por el mundo hay un quinteto que domina el ránking por su tamaño: tigre (Panthera tigris); león (Panthera leo); jaguar (Panthera onca); leopardo africano (Panthera pardus); y puma (Puma concolor). El continente americano alberga dos de los cinco grandes felinos del mundo. El jaguar es el tercero y el puma el quinto. Entre ambos se distribuyen el continente. El jaguar se extiende por las zonas cálidas, desde EEUU hasta Argentina. El puma se ubica, por el contrario, en las áreas templadas, los rincones extremos del Cono Sur y de América del Norte.
Descripción y hábitat del jaguar
El jaguar es un animal extremadamente fuerte, de cuerpo robusto con miembros cortos y musculosos, cabeza ancha, orejas pequeñas y redondeadas. Mide entre 1,5 y 2.4 metros y pesa entre 45 y 120 kilos, indica WWF.
El color de su piel va del amarillo al rojizo en el dorso y costados, blanco en el vientre y la parte interna de las patas, y tiene el cuerpo cubierto por rosetas de tamaño variable, con manchas pequeñas en el centro. El patrón de motas es único para cada individuo.
La distribución del jaguar o yaguareté abarca desde el sur de Estados Unidos hasta el norte y noreste de Argentina, pasando por México, América Central y gran parte del centro y del norte de América del Sur. Es una especie muy flexible en términos ecológicos y adaptada a diversos ecosistemas.
El jaguar prefiere las zonas boscosas tropicales densas y húmedas, pero también se desenvuelve bien en terrenos abiertos y áridos, incluidas zonas de matorrales con escasa precipitación. Pero realmente, es junto al agua y cerca de ella donde el jaguar se desenvuelve mejor.
El jaguar siente atracción por el agua y los entornos acuáticos. Igual que el tigre, y a diferencia de leones, leopardos o pumas, tiene una notable habilidad para nadar. Precisamente, es en el mayor humedal de América, el gigantesco Pantanal brasileño, donde se conservan las mayores poblaciones de jaguar, donde es el gran predador.
Caza y alimentación
La dieta del jaguar es variada. Captura grandes presas silvestres y de ganado cuando la fauna salvaje escasea, pero también se puede alimentar de pequeños mamíferos, reptiles y aves.
Su naturaleza, como la de tantos felinos, es principalmente solitaria y nocturna. Caza al acecho y mediante emboscadas, siendo un depredador oportunista. Su papel es esencial en la estabilización de los ecosistemas donde habita, ya que, como superdepredador, regula las poblaciones de las especies que captura.
Los jaguares adultos tienen una mordida extremadamente poderosa, incluso en comparación con otros grandes félidos, lo que les permite perforar caparazones de tortugas y aplicar una técnica de caza única: atacan directamente la cabeza de sus presas, asertando un mordisco letal que atraviesa el cráneo y alcanza el cerebro. Tiene una de las más grandes mordidas de la naturaleza.
Problemas de conservación
El jaguar está clasificado como «casi amenazado» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su población está en declive. Entre los factores que amenazan su supervivencia se encuentra principalmente la pérdida y fragmentación de su hábitat, la deforestación y el desarrollo urbano, que han reducido las áreas donde puede vivir y cazar
Además, ha sufrido la persecución directa por parte del ser humano. Ya sea por conflictos con ganaderos que lo ven como un enemigo contra su forma de subsistencia o, sencillamente, por la caza con fines de lucro.
Según señala la ONG internacional WWF, en la década de 1960, alrededor de 15.000 pieles de jaguar se vendían cada año en la Amazonía brasileña para abastecer los mercados internacionales. La caza de jaguares por pieles se prohibió oficialmente en la década de 1970, cuando se aprobaron medidas de protección y leyes nacionales e internacionales que prohíben la caza y venta de jaguares y sus partes. No obstante se han seguido capturando, a menudo debido a conflictos con la población humana, para evitar daños al ganado.
¿Jaguar o yaguareté?
El jaguar es conocido con numerosos nombres locales en las distintas zonas de América donde habita: jaguar, yaguar, yaguareté, otorongo,, tigre o tigre americano.
El término más extendido, el de jaguar o yaguareté, proviene de dos palabras del idioma guaraní, yaguar, que significa fiera, y eté, que significa verdadera. De este modo, el nombre yaguareté podría traducirse como «fiera de verdad» o «auténtica fiera». Sin duda, un buen nombre para felino más grande del continente americano y el tercero más grande del mundo.