Entendemos como el tratamiento terciario de las aguas residuales la ejecución de procesos de tratamiento adicionales para eliminar contaminantes remanentes. Estos contaminantes pueden estar en estado coloidal o suspendido. Es en las Estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) donde se realiza el tratamiento terciario de las aguas residuales, que pueden reutilizarse o devolverse a la naturaleza.
Este proceso sirve para entender el papel del agua en la economía circular. Lo que ocurre con este tratamiento es que se reduce la carga contaminante de las aguas residuales. Esto permite que el producto resultante pueda verterse a cauces naturales sin un alto coste medioambiental. Además, otra de las aplicaciones de las aguas residuales que han recibido un tratamiento terciario es su reutilización como recurso hídrico alternativo.
El trabajo de investigación llevado a cabo en la Tesis doctoral «Garantía de funcionamiento de estaciones de tratamiento terciario de aguas residuales para usos recreativos«, centrado en los usos recreativos (Calidad 4), realiza un análisis pormenorizado de toda la legislación existente a nivel país, tanto autonómico como nacional, así como de otros países con amplia experiencia en reutilización.
De este estudio se extraen los requisitos de calidad exigidos en las diferentes normas y recomendaciones, los parámetros de control y límites establecidos para diferentes usos, frecuencia de medición y métodos analíticos utilizados, analizando las ventajas y desventajas en cada caso.
Del mismo modo, se ha lleva a cabo un análisis de las diferentes tecnologías utilizadas en tratamientos terciarios de aguas residuales a nivel país. Tanto individualmente (equipos utilizados en cada paso del proceso) como en conjunto, conformando líneas de tratamiento convencionales. Para ello se ha trabajado con información recopilada en estudios específicos de investigación, datos obtenidos de operadores y/o explotadores de estaciones regeneradoras de aguas residuales en España, y documentos de organismos oficiales.
Se ha incluido, asimismo, un análisis de la teoría del riesgo asociada al uso de aguas regeneradas.
Del estudio realizado se puede concluir que controlar los puntos de entrada y salida de un tratamiento terciario no garantiza necesariamente el cumplimiento de los objetivos de calidad exigidos en la norma. Porque que muchos de los parámetros no se miden en continuo. Por tanto, no es posible garantizar la desinfección ni detener el proceso de producción cuando se detecta un fallo que compromete su eficiencia.
Por último, surgen algunas propuestas de mejora que se ponen a consideración de las autoridades.
Descarga el trabajo de tesis completo puedes hacerlo en la web de Fundación Aquae.