Becas Aquae/CERN

El CERN: «Un sueño hecho realidad»

Rocio García, ingeniera industrial y profesora de tecnología, fue una de las 20 becadas en 2019 para visitar uno de los centros de la ciencia e innovación más importantes del mundo: el CERN. Desde 2016 Aquae apoya el «Programa Español de Profesores de Secundaria» para potenciar el conocimiento científico en los docentes y poder ofrecerles nuevas herramientas para sus clases. A continuación Rocío nos cuenta su experiencia en una experiencia en el CERN que califica como «inolvidable».

En junio de 2019 gracias a la beca de la Fundación Aquae tuve el honor y el privilegio de poder asistir al “Spanish Teacher Program” (STP) en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Suiza junto con otros 19 profesores. Para mí fue esta experiencia en el CERN fue inolvidable y guardo gratos recuerdos. También fue una oportunidad de conocer a maestros de diferentes comunidades autónomas, con los que creamos un vínculo que mantendremos siempre, porque nos mueven las mismas inquietudes y porque sienten la vocación científica y de investigadores como la siento yo.

Todas y cada una de las personas con las que allí compartimos espacio y tiempo han dejado una importante huella en mí, tanto a nivel humano como profesional. Todavía recuerdo como si fuera ayer, la cámara de niebla en el School Lab con Jeff Wiener, la visita con Héctor García a la fábrica antimateria, la detección de partículas en una Master Class, sorprenderme con las historias contadas de primera mano por brillantes jóvenes talentos que consagran su vida al apasionante mundo de la ciencia en el CERN.

Rocío García, ingeniera industrial y profesora de tecnología, nos cuenta su experiencia en el CERN a través del "Spanish Teacher Program" que Aquae apoya desde 2016

Y por supuesto todos mis compañeros en el curso, ávidos de conocer, y compartir esta grandísima experiencia en el CERN, y que estoy segura de que estarán siempre agradecidos, como lo estoy yo, por haber tenido la oportunidad de participar en iniciativas tan interesantes como esta, y que creen como lo creyó Nelson Mandela que «La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo».

Y junto a ellas, tener la posibilidad de conocer personalmente a científicos internacionalmente reconocidos como John Ellis, o Sau Lan Wu. Ver a estas grandes mentes recorrer los pasillos, o comer en el comedor muy cerca nuestro, formando parte de una gran comunidad que dirige sus miras de forma univoca hacia nuevos y grandes descubrimientos, como los que se gestaron en su momento en sus oficinas, en sus laboratorios, en sus pasillos: como el primer servidor www o el descubrimiento del bosón de Higgs, que hoy en día han revolucionado nuestra manera de entender el mundo. Todo esto te hace sentir, aunque sólo sea por un efímero instante, parte de esa grandiosidad.

Y no solo personas, también están esas grandes infraestructuras, maravillas de la tecnología y la ciencia: el inmenso CMS, los ojos de un gran acelerador dedicados a ver lo que nadie ve, (nunca pensé que a 100 metros bajo tierra podría existir un coloso de 15 metros de altura), donde millones de partículas impactan en milisegundos para descubrir a los científicos los secretos del universo, y, por supuesto, verlo de la mano de Jesús Puerta, Físico de Partículas del CIEMAT, que ha formado parte de este proyecto desde sus inicios. O por citar otro, el Sincrociclotrón, el primero de los grandes aceleradores, hoy objeto de museo y en su momento una revolución tecnológica.

Vivir de cerca una experiencia en el CERN

Y lo vi claro desde el principio, todo este trabajo, todo este conocimiento adquirido en el CERN durante décadas no ha caído en saco roto. Estos estudios permiten avanzar en multitud de campos, sin ir más lejos, avances en medicina fundamentales en la cura de muchas enfermedades, o el trabajo con nuevas formas de energía, primordial en un mundo cada vez más dependiente energéticamente, o el desarrollo de nuevas tecnologías que mejoran nuestra calidad de vida y que tienen su origen en un grupo de gente que dedica su vida y sus esfuerzos a la búsqueda del conocimiento.

Rocío García, ingeniera industrial y profesora de tecnología, nos cuenta su experiencia en el CERN a través del "Spanish Teacher Program" que Aquae apoya desde 2016

Esto me hace pensar en la importancia de apostar por proyectos como este, y creer en ellos para avanzar en innovación e investigación, y en nuestra labor como docentes de fomentar una cultura STEM, que promueva el pensamiento científico y fomente un entorno innovador, que despierte la pasión por la ciencia en las mujeres, ya que desafortunadamente somos minoritarias en el sector, y que tal como dijo Paulo Freire «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo».

Por eso invito a todos los profesores a participar de esta gran iniciativa de conocimiento, enriquecimiento y divulgación, que, gracias a la Fundación Aquae es un sueño que se puede convertir en realidad, porque firmemente creo que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (Albert Einstein).

Y en un abrir y cerrar de ojos, entre reflexiones y experiencias, este sueño llegó a su final, y ahora que… “Muy bonito, pero ¿qué hago yo ahora en el aula” (Francisco Barradas-Solas Junio 2019)”, …pues… a mí como asesora de formación, y sin olvidar el contacto con las aulas, me vienen a la mente un montón de ideas que trato de dar forma e incluir en los cursos que organizo desde mi asesoría: astronomía, ciencias, física, metodologías activas, robótica, etc.

Por poner algún ejemplo, siempre con la mirada puesta en que estas actividades cercanas tienen algo que ver con el CERN, y que de aquello que se comparte con el resto de compañeros de aula siempre hay una parte importante que nos queda, que al final llega a nuestros niños y niñas, los futuros científicos del mañana, encargados de descubrir y navegar por mares y mundos con los que nosotros no podemos ni siquiera soñar, como dice Gabriel Celaya en su poema al maestro, «podemos soñar que esa barca, ese niño irá muy lejos por el agua».

Rocío García de la Fuente, Ingeniera Superior Industrial y profesora de tecnología, desempeña desde el curso 2018-2019 una labor como asesora del área científico-tecnológica en el Centro de formación de profesores de Ávila (CFIE) en Castilla y león y nos cuenta de primera mano su experiencia en el CERN.