Galería
JUSTICIA
JUSTICIA
Autor: Berenice Baldera Navarro
No sirvieron de nada mis argumentos. No quisieron escucharme. O, mejor dicho, sí me escucharon, para que quedara asentado en los Archivos Eternos de justicia. Pero mi condena había sido dictada mucho antes de yo abrir la boca para defenderme. Mucho antes de que yo supiera incluso de qué se me acusaba. Mucho, mucho antes de que yo pensara siquiera en cometer cualquier crimen. Y muchísimo antes de que yo conociera o soñara con conocer, a mi futura esposa. Esa a la que, según ellos, yo mataría en mi adultez, veinte años en el futuro.