Efectividad, eficiencia, confianza y participación” son los principios que deben regir la puesta en marcha de una gobernanza del agua que garantice a todas las personas el acceso a un bien esencial como son los recursos hídricos, afirma Juan Antonio Guijarro
En el 8 º Foro Mundial del Agua celebrado en Brasilia entre el 18 y el 23 de marzo de 2018, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó un informe dedicado a la implementación de la gobernanza para mejorar así el acceso al agua y el saneamiento para todas las personas.
Hablamos con Juan Antonio Guijarro, patrono de Fundación Aquae, para conocer más sobre los desafíos del agua y esta iniciativa de la OCDE, que pretende responder a las necesidades de millones de personas. Hay que tener en cuenta que el 40% de la población mundial vive actualmente en cuencas hidrográficas con estrés hídrico y que la OCDE estima que ese número se elevará hasta el 55% para el año 2050. Fecha en la que se teme que 240 millones de personas carezcan de acceso a agua limpia y que 1.400 millones no tengan servicios básicos de saneamiento.
En relación a estos problemas, Juan Antonio Guijarro considera que “la gobernanza tiene una función esencial para poder implementar políticas de agua que sean eficientes e inclusivas”, ya que a menudo las respuestas técnicas para los grandes retos de la gestión del agua son conocidas, pero lo que falta es la “capacidad de implementación.” Por eso, afirma, “la gobernanza es clave para mejorar el acceso al agua para todos”.
Precisamente, Fundación Aquae ha firmado en noviembre de 2018 su adhesión a la Iniciativa de Gobernanza del Agua (WGI en sus siglas en inglés) impulsada por la OCDE. La WGI es una red internacional, creada en 2013, formada por más de 120 miembros de 30 países procedentes del sector público, del privado y de la sociedad civil. Uno de sus intereses principales es potenciar y desarrollar los estándares indicados en los 12 Principios de la OCDE sobre la Gobernanza del Agua, un marco aprobado en 2015 y que funciona como una hoja de ruta internacional para la mejora de la gobernanza del agua.
“Para conseguir alcanzar las metas del ODS6 de la ONU, ‘Agua para todos’, hace falta también activar el ODS17, ‘Alianzas para lograr los objetivos’” afirma Guijarro.
En ese sentido, el informe Implementación de los Principios de Gobernanza del Agua de la OCDE: marco de indicadores y prácticas en evolución presenta dos herramientas útiles para afianzar la gobernanza del agua y desarrollar la Iniciativa de Gobernanza del Agua.
En primer lugar, un Marco de Indicadores para saber qué es lo que funciona y cuáles son los obstáculos en el planteamiento y desarrollo de las políticas de agua. Son un total de 36 indicadores que se agrupan en tres bloques referidos a las políticas, las instituciones y los instrumentos.
Para Guijarro, este marco presentado por la OCDE ayuda a medir un asunto complejo en el que intervienen elementos sociales, económicos, geográficos, administrativos, legales y de políticas. “No se puede mejorar lo que no se puede medir”, afirma.
En principio, el marco de indicadores será un sistema voluntario de autoevaluación, que permitirá impulsar un intercambio abierto y transparente entre diversos stakeholders respecto a los mecanismos existentes de gobernanza del agua y sobre las prioridades y acciones a emprender.
Por otra parte, la Iniciativa de Gobernanza del Agua de la OCDE recopila más de 50 casos de buenas prácticas, lo que permite el intercambio de experiencias y conocimientos entre las partes. No solamente sobre los casos de éxito, sino especialmente sobre las dificultades y el modo de resolverlas, identificando los retos a los que se enfrentan distintas sociedades para proponer e implementar políticas de agua.
Como recuerda Juan Antonio Guijarro, para la OCDE “hacer frente a los desafíos del futuro en materia del agua plantea no sólo el cuestionamiento de qué hacer, sino también quién hace qué y por qué, a qué nivel de gobierno y el cómo. Las respuestas de política sólo serán viables si son coherentes, los actores están acoplados correctamente, los marcos regulatorios vigentes están bien diseñados, se dispone de información adecuada y accesible, y existe suficiente capacidad, integridad y transparencia”, tal y como se recoge en los Principios de Gobernanza del Agua proclamados por la entidad internacional en 2015.
“Efectividad, eficiencia, confianza y participación” son los principios que deben regir la puesta en marcha de una gobernanza del agua que garantice a todas las personas el acceso a un bien esencial como son los recursos hídricos, concluye Juan Antonio Guijarro.